Amigos, como ustedes saben, andamos en la búsqueda de los mejores cinco lugares para comer pizza en El Salvador. Algunos lectores de Red Fork nos recomendaron Picasso, un restaurante en el interior del Hotel Intercontinental. Francamente, conocerlo no llamaba mucho mi atención, pero ante la insistencia de nuestros lectores se fue despertando poco a poco mi interés.
Fue así como llegamos con unos amigos a Picasso, para cenar. En la entrada nos encontramos con la formalidad del clásico servicio de los hoteles salvadoreños. La anfitriona de Picasso nos llevó a la mesa, nos preguntó nuestros nombres, nos dejó el menú y un tarrito con unos chips de trigo, parmesano y orégano hechos por la casa.
El lugar es moderno y un poco formal, con sus detalles casuales, no usan mantelería y los cubiertos están en las mesas en una especie de canastitas. Tienen un horno de piedra al centro del salón, bordeado por una barra donde puedes sentarte a comer mientras observas a los cocineros elaborar las pizzas en vivo y a todo gatocolor.
Después de hojear el menú y a manera de entrada, ordenamos un carpaccio de salmón ahumado y aguacate, así como una focaccia con jamón serrano. Para cenar nos saltamos todo el menú y nos fuimos directamente a la sección de pizzas y escogimos tres: una vegetariana con portobellos y provolone, una de carnes y otra de anchoas. Esta variedad, con la idea de compartir y disfrutar sabores completamente diferentes.
El carpaccio con salmón ahumado esta marinado suavemente en miel y mostaza es, sin duda, delicioso. La crema agria crea un agradable contraste con el dulce de la miel que juega muy bien con los sabores de la alcaparra, el cebollín y la rúcula. Un 10 para la cocina de Picasso en el primer plato que llegó de su cocina.
Pasamos de inmediato al jamón serrano sobre focaccia rústica al horno. Es una focaccia redonda de más o menos 12 pulgadas en la cual dejan caer delgadas lascas de jamón serrano y queso parmesano, bañados con aceite de oliva y acompañados con rúcula. El pan delgado y crocante sirve de acompañamiento ideal para el jamón y el queso que dominan con sus fuertes sabores esta entrada que derrocha la calidad de sus productos en cada bocado. Otro 10 para la casa.
Con tan buenos aperitivos, nos alistamos para esperar unas pizzas de calidad similar. Las pizzas de Picasso son personales estilo romano, la masa delgada de más o menos un par de milímetros de alto por unos 30 cm de diámetro. Son suaves pero crocantes y las sirven en la mesa en unas tablas que simulan paletas de pintor. Su aspecto y presentación, excelentes.
Empezamos por la “Picasso Amante de las Carnes”, una pizza de salchicha italiana, pepperoni, jamón, tocino, salsa de tomate y queso mozzarella. Los materiales de primera calidad se notan a simple vista. El punto de cocción de esta y las siguientes estaba perfecto. Y el sabor fuerte de sus carnes, impresionante. Otra nota sobresaliente de la cocina de Picasso.
La “Pizzicato” es una pizza de anchoas, rebanadas de aceitunas negras, orégano, ajo, queso y salsa de tomate. Tenía más de 25 años de no comerme una pizza con anchoas, desde que cerró la vieja Pizza Nostra en la Campana. Sí, esa mera, la que ponía aquella salsa con ajo memorable. El sabor de las anchoas domina a su antojo esta pizza donde ajo y aceitunas son sutiles acompañantes, así como debe ser cuando de anchoas se refiere. Esta pizza es, en una palabra: magnífica.
La pizza “Portobello y Provolone Vegetariana» está rellena de rebanadas de hongos portobellos frescos, cebollas caramelizadas, tomates confitados, alcachofas escalfadas, queso provolone y queso mozzarella. El delicioso aroma de los hongos horneados que emanaba de esta pizza era impresionante. La cebolla caramelizada y sazonada con vinagre balsámico y miel de abeja le daba un toque dulce milagroso y los tomates confitados en trozos grandes, aportaban unos deliciosos tropezones a la textura de la pizza. Esta es, sin duda, la mejor pizza que he podido disfrutar en años. Esta vez, mi calificación no es 10, sino 20 para Picasso y especialmente para Fabricio, el pizzero de turno esa noche en la cocina.
Al final de esta magnífica comida y a solicitud de uno de nosotros, Alex, el jefe de sala de Picasso nos preparó una deliciosa nieve de limón que no estaba en el menú. Simplemente para complacernos. Esto nos dejó agradablemente sorprendidos. Alex sabe dar «la milla extra» para satisfacer a los clientes. Excelente calificación también para él.
La experiencia en Picasso fue verdaderamente memorable. El servicio muy bueno, el jefe de sala se refería a nosotros por nuestro nombre (excelente detalle), el lugar moderno y elegante, la presentación de la comida muy bonita, la materia prima de primerísima calidad y los sabores maravillosos. Los precios de las pizzas son razonables si tomamos en cuenta su alta calidad, el servicio de primera, la infraestructura. Y si los comparamos con la competencia, obtenemos una relación precio-beneficio favorable al consumidor.
Red Fork otorga siete Tenedores Rojos a Picasso. No se quede en casa y véngase a disfrutar de esta maravillosa experiencia.
Para nuestros lectores que preguntan por los precios:
Jamón serrano sobre focaccia rústica al horno: $ 9.20
Carpaccio de salmón ahumado y aguacate: $ 10.50
Pizzas
Picasso amante de las carnes $ 12.50
Pizzicato $ 9.50
Portobello y provolone vegetariana $ 9.50
Gaseosa $ 2.25
Limonada con albahaca $ 3.50
Nooo hoy si maestro ya me dejo picado, con esa Portobello y provolone vegetariana me dejo con la boca hecha agua…. y lo mejor no sta cara, si no razonable precio por lo que ud comenta que esta de buena!!.. mínimo iré con gusto y dire que ud la recomendó!!
Sin duda Ricardo, la vegetariana esta deliciosa y creo que su precio $ 9.50 es más que razonable