Nos pareció que la mejor manera de celebrar el cumpleaños de un miembro de nuestro equipo era visitar un restaurante del cual nunca hubiéramos escrito. Elegimos Tapas y Cañas de la Torre Futura. Llegamos pasadas las 2:00 de la tarde por lo no nos extrañó que había pocas personas comiendo. En la puerta nos recibió Francisco, quien después de saludar nos acompañó a nuestra mesa, nos dejó el menú y se retiró unos minutos para permitirnos hojear el menú.
Como siempre, llegamos muertos de hambre y como Tapas y Cañas tiene una oferta gastronómica grande, decidimos elegir a quemarropa algo para picar mientras navegábamos por las páginas de su menú. Pedimos una tabla de bocadillos para compartir, mientras tanto pedimos algunas orientaciones a Francisco sobre los ítems del menú que habían llamado nuestra atención.
Llegó nuestra tabla compuesta de cinco sándwiches en pan baguete preparados con diferentes rellenos: pollo, res, queso gouda, albahaca, morrones, tomate, jamón, entre otros, estos baguetes de sabores variados; todos sabrosos y de buen tamaño. Este plato nos impresionó porque la porción es realmente grande, sobre todo si tomamos en cuenta su precio.
Del menú y para almorzar ordenamos una crema de espinaca, un salmón con mantequilla de mango, un lomito Murcia y un plato llamado camarón, lomito y calamar. Como postre, un tocino de cielo, un mousse de Nutella y una crema catalana.
Pasado un tiempo razonable llegaron nuestros platos. Inicié por la crema de espinacas, la que sirven en un bol mediano y acompañan con crutones de pan baguete. La crema estaba caliente y llena de sabor, cremosa y en su punto. Muy bien para la cocina de Tapas y Cañas.
Pasé al salmón, un filete de salmón a la plancha servido sobre una cama de arroz cava y bañado con una mantequilla saborizada con mango y balsámico. El plato, agradable a la vista, es simplemente una maravilla. El arroz cava (elaborado con vino blanco) en su punto sirve de contraste con el intenso sabor del salmón, que combina ideal con el dulce del mango y el ácido del balsámico. Seguíamos bien, tres de tres.
El lomito Murcia son tres medallones de lomo de aguja coronados con una flor de cebolla empanizada con una salsa de crema, pimienta verde y brandy. En una palabra, este plato estaba perfecto. La carne, en su punto, jugosa y suave, la salsa de crema deliciosa con un toque suave de brandy apenas presente (al ordenar pedimos poco brandy en nuestra salsa) y con un sabor delicioso a pimienta. La cebolla, crocante una verdadera maravilla. Este plato es sin duda inmejorable.
El plato de mixto de camarones, lomito y calamar fue el más mediterráneo de nuestra selección. Para mi gusto, un poco amontonado en un plato que le quedaba estrecho: tres camarones grandes, dos medallones de lomo de aguja y unos aros de calamar, todo a la plancha con aceite de oliva y ajo. El lomito, nuevamente suave y jugoso, los camarones en su punto y llenos de sabor. Lastimosamente, los aros de calamar resultaron un verdadero desastre, pasados de cocción y completamente gomosos, le restaron toda la gracias a nuestro plato.
Pasamos a los postres que como siempre compartimos entre todos los de la mesa. Inicié con el tocino de cielo, un flan de caramelo que acompañan con un coulis de frutos rojos. El aspecto, un poco desordenado no hacia justicia a este bocadito de cielo. Sin duda, un excelente flan de consistencia inusualmente firme y de sabor delicioso.
El mousse de Nutella, de presentación sencilla, estaba cremoso y rico, aunque algunos de mis compañeros en la mesa comentaron que esperaban más sabor a Nutella. A mí me pareció que tenía la consistencia, el dulzor y la cantidad indicada de cada ingrediente.
Por ultimo dejé la crema catalana y nuevamente la presentación nada atractiva de este postre contrastaba con su maravilloso sabor. De consistencia densa y un suave sabor a limón, este fue mi postre favorito. Como diría un buen amigo simplemente estaba de muerte lenta.
En general la experiencia fue buena y repetible. El oso del almuerzo fueron los calamares gomosos. El detalle, la presentación de sus postres. Son verdaderamente deliciosos pero muy mal servidos. Y la sorpresa, el lomito Murcia. Simplemente una verdadera maravilla. El lugar, impecable, buena música y un competente y agradable staff que te hace pasarla bien. Gracias a Francisco por sus atenciones y a Carlos quien después de las 3:00 p.m. tomó el relevo para atender nuestra mesa. Ambos nos prodigaron un servicio inmejorable.
Red Fork otorga seis Tenedores Rojos a Tapas y Cañas en esta visita.
Para nuestros lectores que preguntar por los precios:
Tabla para compartir $ 10.50
Crema de espinaca $ 5.00
Camarón, lomito y calamar $ 27.00
Salmón con mantequilla de mango $ 17.00
Lomito Murcia $ 20.00
Tocino de cielo $ 5.00
Crema catalana $ 5.00
Mousse de Nutella $ 5.00
Muy de acuerdo con el autor, excelente lugar para pasarla bien y te atienden como rey