Casi todos nos hemos pasado de copas alguna vez: la voz de ultratumba, la sed de naufrago, la cabeza a punto de reventar, la insoportable capacidad auditiva y unos ojos mejores que los del hombre nuclear para atrapar los rayos de luz que se cuelan por las cortinas, son algunos de los efecto de la llamada goma o resaca.
En este estado, por demás agónico, hemos atendido las sugerencias de cualquiera: beber leche, comer papaya, tomar sopa de chorizo o mondongo, comer hasta reventar e incluso, hemos reiniciado nuestra ronda alcohólica con tal de encontrar algo de vida en medio de la agonía.
Sin embargo, el doctor Michael Oshinsky de la Universidad Thomas Jefferson, asegura que todo lo que se necesita es una taza de café y una aspirina. Resulta que el etanol aun no procesado por el organismo produce los efectos de la goma y la simple combinación de cafeína y aspirina lo neutralizan, lo que reduce prácticamente todos los efectos de la resaca, dándole tiempo al organismo de procesar el etanol.
Así una taza de café y una aspirina puede ser la pareja levanta muertos para esos momentos de profunda zozobra. Cualquier duda, siempre es mejor consultar con tu médico.