Nos fuimos a almorzar camino a Comasagua, habíamos decidido visitar cualquier sitio de la zona, pues la prioridad esta vez era un sitio bonito con buena vista, así que mientras nos dirigíamos hacia allá, unos 5 kilómetros antes de la Finca San Ernesto vimos el rótulo del mirador y merendero Finca El Carmen; nos pareció que tenía potencial porque la callecita de acceso sube mucho y eso prometía una vista agradable a las montañas y ciudad, así que decidimos entrar.
El lugar es rústico y verdaderamente sencillo, nada de lujos, es un merendero en una estructura de madera techada donde se acomodan 8 mesas con sus bancas, el menú es también sencillo y ofrecen principalmente comida típica; la comida se prepara en otra cabañita también pequeña y tiene afuera una cocina que funciona con leña y un horno también de leña para hacer quesadillas que aún no estaba operando; ese olor a fogata me encanta!! Después de revisar el menú, elegimos un plato campesino, sopa de patas, gallina india con sopa, pupusas y empanadas como postre.
La vista es impresionante, debe ser de más o menos 300º grados, a la izquierda se puede ver la zona del Sitio del Niño y la derecha puede verse el mar, en el medio la ciudad de Santa Tecla, desde allí se puede ver la Quezalte, Santa Rosa, la iglesia El Carmen, el Colegio Santa Cecilia; más allá las Torres de Chocolate en la colonia Escalón. Después de afinar la vista, descubrimos que puede verse la Catedral de San Salvador, el edificio Los Héroes y el campanario de Don Rúa, increíble la vista, donde la tranquilidad del ambiente solo se cortaba por el sonido eventual de los pájaros y el plas plas de la cocina, en la que seguro estaban palmeando tortillas.
Dos alas, quien tuviera dos alas para el vuelo, esta tarde en la cumbre casi las he tenido…
Disfrutando de la espectacular vista estábamos cuando llevaron los alimentos. Iniciamos por el Plato Campesino, en el que sirven aguacate, frijoles y cuajada con tortillas, este que pedimos para hacer colchón fue un buen inicio, las tortillas venían saliendo de la plancha (por el momento no las hacen en comal), estaban en ese punto donde no se puede pedir más. A los frijolitos les faltaba sabor pero se dejaba comer, sobre todo por esas milagrosas tortillitas.
Pasamos a la sopa de patas; la sirven en una fuente de barro, la porción es generosa y suficiente para almorzar, los vegetales estaban en su punto, los nervios y la tripa suaves, la sopa tiene buen sabor, pero es un poco rala para mi gusto. Acompañan la sopa con un escabeche de zanahoria con chile y con cebolla picada.
Pasé a la sopa de gallina y la gallina asada, la sopa estaba buena y los vegetales en su punto, la gallina asada en carbón de leña estaba dorada y crujiente, muy sabrosa, la sirven con ensalada fresca y arroz, lo tradicional en estos casos.
Antes de las pupusas la naturaleza se hizo presente y las nubes empezaron a pasar entre las mesas y fuimos rodeados por ese maravilloso color blanco de las nubes, desde que llegamos estaba fresco y con brisa, pero a partir de este momento la temperatura comenzó a bajar trayendo consigo ese frio que agradeces mucho cuando visitas un sitio como este.
Llegaron las pupusas que habíamos ordenado, unas revueltas y unas de ayote con queso, las pupusas revueltas estaban bien, nuevamente se dejaban comer, las de ayote con queso por su lado estaban deliciosas, el queso derretido, sabroso y la cantidad de ayote indicada, sin duda, fueron las estrellas de la mesa.
Lo último fueron las empanadas, que estaban bien cocinadas de buen aspecto y sabor modesto, un poco simples; el café por su parte, estaba bien sabroso, pedimos una versión con canela que ellos preparan en leña y se siente ese sabor a polletón en el paladar, cerramos bien la comida con este cafecito.
El lugar no tiene nada de lujoso y la comida esta buena sin más, sin duda se puede mejorar y mucho (las tortillas y las pupusas de ayote con queso son la maravillosa excepción). Supe que el lugar apenas está abriendo, pues tiene menos de dos meses de operar, Pedro, el dueño, pasó por nuestra mesa para saludar y nos dijo que había nombrado el lugar en honor a su madre y que nuevos en el negocio estaban aprendiendo sobre la marcha.
Ojalá pronto vayan corrigiendo los detalles porque este sitio verdaderamente vale la pena, cualquier cosa que esté por mejorar se puede obviar por la belleza del lugar y la sensación de estar conectados con la naturaleza que ofrece, es espectacular, éste sin duda es el verdadero reino del pájaro y la nube.
Red Fork otorga 5 Tecomates Rojos a la Finca El Carmen
Para los lectores que preguntan por los precios:
Plato Campesino $ 3.75
Sopa de patas $ 6.25
Sopa de gallina $ 6.25 (incluye plato de gallina)
Pupusas $ 0.85 c/u
Empanadas $ 0.50 c/u
Aceptan mascotas?
si aceptan
¿Se puede llegar en sedán?
Se puede sin problema
Contacto o página del lugar o si me pueden enviar la direccion