La cebolla es un bulbo comestible de origen asiático cultivado desde hace más de 8,000 años; actualmente existen un sinfín de variedades de diferentes tamaños, colores e incluso sabores y usos.
Aquí algunos tips para su uso:
· Para que la cebolla tenga un sabor más suave, te sugiero rebanarla y separar poco a poco los anillos; agrégale un poco de agua fría y déjala desflemar de 40 minutos a una hora (este tipo de aros de cebolla van muy bien con ensaladas frescas).
· Para que tu cebolla no se deshaga al cocerla y se mantenga entera en tus ricos caldos o sopas cuando las cueces, solo corta en el extremo del tallo una cruz de unos centímetros de profundidad, así al final puedas sacarla de tu olla completa.
· Cuando vas a utilizar solo una parte de cebolla, te sugerimos que a la parte donde se hace el corte le untes un poco de mantequilla antes de refrigerarla, con esto lograrás mantener la cebolla fresca durante más tiempo.
· Limpia y pela la cebolla bajo el chorro del agua, así las manos no se impregnaran del olor a cebolla.
Tipos de Cebollas más comunes en nuestro país.
Todas las cebollas entre sí son parecidas pero, alguna vez te has preguntado si ¿Alguna de ellas es mejor para ciertas recetas?
Cebolla Blanca
Es más crujiente que las demás variedades. Es recomendada para agregar a platos que necesiten de su peculiar textura como la pizza, los sofritos, salsas, chutneys.
Cebolla Morada.
Por su impactante color y su sabor fresco suele usarse cruda en preparaciones como ceviches, ensaladas, sándwiches y hamburguesas. También es ideal para encurtir con limón, vinagre o chile.
Cebolla Amarilla
Esta cebolla es ideal para caramelizar, debido a su alta concentración de azúcares naturales; aporta tonos dorados a los estofados, sopas y platos de carne y, por ello, es básica para la elaboración de la sopa francesa de cebolla. Contiene más azufre que otras variedades, por lo que no es de extrañar que llores al cortarla.