Una de las cosas más difíciles de la época moderna es mantener un régimen alimenticio saludable, combinado con las salidas ocasionales a restaurantes, en donde regularmente queremos probar varios de los platos, de tal modo, consideramos siempre que una buena comida fuera de casa tiene por lo menos 3 tiempos o incluso más.

La vida moderna nos empuja constantemete a comer fuera y encontrar platillos bajos en calorías, es casi una misión imposible; el Departamento de Nutrición de la Universidad de Cambridge, elaboró un estudio que determinó que casi el 90% de los platos fuertes que están a disposición en los menús de los restaurantes son altos en calorías, grasas, saturadas y sodio.

Una persona con 1.70 metros de alto, requiere más o menos 2,000 calorías al día y, un plato fuerte con postre suele tener unas 1,200; lo que quiere decir que podemos agotar tres cuartas partes de nuestra ingesta de calorías en una sola salida. De allí, que es más que lógico, relacionar comer fuera con subir de peso o descuidar la dieta.

Esta misión, casi imposible, puede sortearse con éxito siguiendo algunos tips, como los 9 que te sugerimos a continuación.

1 Saca de la lista la comida rápida

Los lugares como las pizzerías y casas de hamburguesas o donas tiene nada o casi nada debajo de las 1000 calorías como platos principales; todos sus platillos tienen pan o más y suelen ser muy malos para cualquier dieta. Además, que su comida puede ser deliciosa y por lo tanto, una gran tentación por lo que es normal llegar a estos sitios con la idea de pedir una ensalada y terminar con una cheeseburger atravesada entre pecho y espalda.
2 Elige con atención la especialidad del restaurante

Aunque todos los restaurantes pueden tener platos saludables, hay cocinas que no se caracterizan por sus platos bajos en calorías: la cocina francesa, italiana, china, española y americana ofrecen platillos maravillosos, pero regularmente altos en su contenido calórico; es mejor buscar lugares especializados en carnes a la parrilla, pescado, comida japonesa o vegetariana.
3 Revisa el menú con anticipación

Los restaurantes suelen colocar sus menús en sus redes sociales, por lo que seguramente puedes dar una revisada previa al menú, lo que te permitirá evaluar tus opciones y llegar al restaurante con una idea clara de cual será tu ruta para ordenar, ofreciéndote una pequeña línea de defensa para no sucumbir a las sugerencias de tus amigos y meseros.
4 Nunca llegues con hambre

No es recomendable entrar a un restaurante hambriento; el hambre es, sin duda, el peor enemigo de las dietas y uno llena esta necesidad con lo que sea y sucumbir por un plato grande con muchas calorías es más que normal, por eso, es mejor llegar a los restaurantes con algo en el estómago: una manzana, una mandarina o un trozo de sandía puede ser una buena estrategia para llegar blindado y ordenar tranquilamente algo que case en nuestro régimen alimenticio.
5 Elige platos sencillos de pocas preparaciones

Un pescado al vapor con vegetales salteados o un filete a la parrilla con vegetales grillados son dos opciones deliciosas y bastantes sencillas de preparar; los platos con mucha salsa o preparaciones también son deliciosos pero tienen mucha carga de grasa y sal.
6 Ordena de primero

Revisa rápidamente tu menú y no leas detalladamente la descripción que puede convertir a través de las palabras unas grasosas papas fritas en unos crocantes gajos de papas marinados en especias frescas del mediterráneo; además eso te puede retrasar y es mejor pedir de primero, para no recibir la influencia de lo que ordenen nuestros acompañantes en la mesa, ni de los platos que circulan en las charolas de los meseros rumbo a otras mesas.
7 Aprende a compartir

Si como yo, siempre quieres varios platos, es decir: una entrada, un plato fuerte y un postre, es mejor ordenar una entrada para picar con los amigos, esto te permite disfrutar del aperitivo, sin todas las calorías y lo mismo a la hora del postre, busca alguien de la mesa y proponle ordenar para los dos, así terminarás con algo dulce que estarás obligado a compartir.
8 Reta al Chef

Si otros han elegido el restaurante y no encuentras en el menú algo que te parezca apetitoso y con la carga calórica que deseas, pide conocer al Chef; al recibir su visita en tu mesa coméntale lo que te gusta de su cocina (adular un poco al cocinero es buenísima idea si quieres su ayuda) y rétalo a que te prepare algo fuera del menú que se ajuste a tus necesidades calóricas; esto, seguro le gustará al Chef quien buscará sorprenderte y darte algo delicioso y saludable.
9 Si caes, no des el día por perdido

Cada vez que pecamos en la dieta o régimen solemos pensar que como ya fallamos seguiremos así por el resto del día; esto es un gran error, es mejor compensar si se nos ha pasado la mano a la hora del almuerzo y contrarestar el efecto compensando con una comida muy baja en calorías en la cena: una ensalada verde con limón puede servirnos como defensa de los pecadillos cometidos antes.