Ali Sonko es un hombre de más de 60 años, originario de Gambia, que emigró a Dinamarca a inicios de los años noventas cuando contaba con 34 años de edad; no fue la cocina, sino el amor quien llevo a Ali a dejarlo todo en Gambia, cuando enamorado de una Danesa decidió cambiar de país y continente para iniciar una nueva vida.

Con deseos de trabajar, pero con pocas competencias laborales, hace casi dos décadas comenzó a trabajar en Noma, como lavaplatos. Noma es reconocido como uno de los mejores restaurantes del mundo, hizo notoria su presencia en el escenario gastronómico mundial por platos con nombres polémicos como la “mugre comestible”, una especie de mazacote de malta, azúcar y avellanas, que los expertos aseguran sabe a cielo; su calidad es indiscutible, tanto que ha ocupado en cuatro ocasiones el pináculo del conteo de los mejores 50 restaurantes del mundo.

Ali pasó más de 14 años al frente de los fregaderos de platos de Noma, su dedicación al trabajo y al ahorro fueron suficientes para convertirlo en uno de los propietarios de este prestigioso restaurante, en donde Ali siempre tiene su trabajo, ahora a cargo de recibir a los clientes; aunque tiene otras responsabilidades se le suele ver ayudando a los nuevos lavaplatos en su tarea.

Fue granjero en Gambia, pescadero y carnicero en Dinamarca y ahora, Ali Sonko, es el copropietario de uno de los mejores restaurantes del mundo. Aunque Dinamarca y Europa padecen una ola antiinmigrante, Sonko demuestra con su ejemplo que se puede salir adelante y que los europeos siguen abiertos a dar trabajo y trabajar con personas de todo el mundo.

El Chef y ahora socio de Ali, el renombrado cocinero René Redzepi, asegura sentir una conexión especial por Sonko, ya que su propio padre que también se llama Alí emigró de Yugoslavia y fue como lavatrastos, que sacó adelante a su familia. Ali Sonko “Pasa trabajando la mayor parte de su vida en el restaurante, trabaja mucho y casi nunca se toma libre. Es un gran ejemplo de un inmigrante que lo ha hecho bien”.
