
Varios de nuestros lectores nos recomendaron el restaurante de la Chef Karli y, desde las redes sociales, parecía un lugar a conocer, así que nos decidimos a visitarlo. KL by Chef Karli, queda en la segunda planta del Centro Comercial Las Azaleas, atrás de El Rincón Parrilla Bar. El lugar es pequeño, al estilo francés, moderno y decorado en tonos pastel con evidente buen gusto, estaba un lleno y con suerte, logramos tomar la última mesa disponible; el lugar es bullicioso porque se contamina un poco con la conversación de las mesas vecinas, pero un sitio lleno es normalmente una buena señal para los que disfrutamos del buen comer.

Johanna, nombre con el cual se identificó nuestra mesera, nos dejó el menú y un platito con una boquita de cortesía a modo de Amuse Bouche (AB: es un aperitivo del tamaño de un bocado con el que, el o la chef de la casa, se presenta a sus comensales): un trocito de tomate con terrones de queso feta y pesto, es un bocadito cortesía de la casa que nos dijo de entrada el estilo de nuestra chef y qué esperar de su comida. Ordenamos un par de platos para picar y dos platos de fondo. Notamos, que en cada mesa tienen un botellón de agua para beber sin costo, otro detalle inusual y agradable de Kale.

Lo primero que llegó a la mesa fue el Spread & Chips, que sirven en un plato alargado con 4 depósitos con hummus de arvejas, hummus de garbanzos, queso de cabra con Romero y yogurt con aceitunas de Calamata con trozos de pan pita; nos encantó la presentación sencilla del plato que dejaba que el sabor fuera el que hablara, el cual estaba claramente definido, las texturas de los untables eran cremosas, el mejor de todos fue el queso crema de cabra con romero, simplemente adictivo.

Puse mis ojos en el siguiente plato para picar que habíamos ordenado, bajo el nombre de Toreros: sirven un bol con unos pequeños taquitos de papa rellenos de chistorra; el aspecto era apetitoso y el aroma suave pero sugestivo, la piel de papa de los rollitos era bien fina, estaba crujiente y el sabor de la chistorra saltaba al paladar de inmediato. Este aperitivo es verdaderamente sencillo, pero preparado a la perfección, se percibe la mano de una cocinera detallista detrás de este plato.

Después de los aperitivos, pasamos a los principales, el Zorba Roll es una especie de shawarma relleno de pollo, tzatziki, tomates cherry, morrones, cebolla y pepino que acompañan con un aderezo de chiles morrones. Esta saludable combinación es refrescante al paladar y muy suave, los sabores se complementan unos a otros y el aderezo de morrones tiene matices de sabor a nueces de macadamia, delicioso.

Elvis Buns son dos tacos con pan árabe que rellenan con brisket ahumado y deshilado, peperoncini, guacamole, crujientes de papa, terrones de queso feta, rabano y cebolla curtida y aderezo de yogurt y albahaca; la presentación era moderna y los sabores refrescantes nuevamente nos sorprendieron. El sabor del pecho de res ahumado con lo fresco del albahaca se disputaban el protagonismo, la cocina de la Chef Karli nos tenía impresionados.

Preguntamos por los postres y Johanna, nuestra mesera, nos comentó que los cambian todos los días por lo que no tienen un menú impreso, le pedimos que nos recomendara algunas de las variedades del día y nos ofreció galletas con chispas de chocolate y un crocante de caramelo; sonó bien y los ordenamos, la galleta es bien pequeña y la verdad, a la vista no nos impresionó mucho, al morderla todo cambió para mejorar, la galleta es de avena y tiene el corazón relleno de un chocolate cremoso, es simplemente como morder el paraíso, una maravilla.

El postre de caramelo, cuyo nombre exacto no puedo recordar, fue lo que menos nos gustó en la mesa, no estaba feo ni nada parecido, tenía mucho sabor a caramelo y eso es sin duda bueno, pero para nuestro gusto era muy dulce; sin embargo, para ese momento la experiencia era tan buena que no se podían restar puntos de ninguna forma a la visita, queríamos más y nos quedamos picados con algunos de los ítems del menú, por ejemplo la burger, la vimos en las mesas vecinas, pero ya no podíamos más.

KL by Chef Karli y su cocina mediterránea es propiamente lo que se conoce como un restaurante de Slow Food, es decir, en donde se nota que la cocina hace un esfuerzo especial por dedicarle tiempo a la preparación de cada plato, su propuesta es moderna, sus sabores geniales y sus precios razonables. Red Fork otorga a la Chef Karli y a su restaurante KL, 6 tenedores rojos en esta visita.

Los que preguntan por los precios y la ubicación:
Spread & Chips $6.50
Toreros $5.99
Zorba Roll $6.49
Elvis Buns $7.50
Galletas con chispas chocolate $1.50
Postre del día $4.50
