A Fuego Lento, la casa de las paellas

Hace algún tiempo, una amiga me recomendó visitar A Fuego Lento, un restaurante que se especializa en paellas y que funciona en la Colonia Escalón, sobre la 81 Av. Norte, entre la calle al mirador y la 9a. calle poniente. En buen salvadoreño, está en la casa entre La Cabaña y Pizza Krisppy’s; el lugar está como estacionado en el tiempo, allá por los ochentas, las sillas son de fibra de vidrio y parecen tener muchos años de uso. Le preguntamos a quien nos atendió, cuántos años tenía el restaurante de funcionar y nos dijo que, con el nombre de A Fuego Lento tenía un poco menos de 10 años, pero que antes funcionaba con el nombre de Metro Conchas y que sus primeros hervores los dio en Metrocentro, hace aproximadamente 35 años.

Otto, nuestro mesero, nos dejó los menús y elegimos para picar unos ítems de sus entradas, de la siguiente manera: hongos empanizados, costillas fritas, cazuela a fuego lento, tortilla de papas de la casa y papas bravas; y, como platos de fondo, nos fuimos con un par de paellas, una de la casa y una mediterránea. Así para día de semana parecía un gran comida, pero llegamos con algo de filo.

Lo primero que llegó a la mesa fueron las papas bravas: son papas fritas en trozos con salsa de tomate que sirven en una cazuelita con una hornilla con carbón encendido, las papas son cocidas y después fritas, por lo que tienen el interior suave y esponjoso y el exterior tostadito, muy rico. Lo único es que no tenían nada de picante, la salsa de tomate estaba deliciosa, iniciamos sin picante pero con buen paso.

Después, puse mis ojos en los hongos empanizados: el aspecto un poco deforme de los hongos no dejó de llamar mi atención y la presentación del plato un poco sencilla, anticipaban un final poco glorioso; sin embargo, los honguitos estaban verdaderamente sabrosos, el empanizado estaba crujiente y los hongos por dentro estaban suaves, jugosos y llenos de sabor, un 10 a estas delicias.

Pasé a la Tortilla de Patatas de la casa: particularmente me confieso poco aficionado de la tortilla española, por lo que mis expectativas son normalmente bajas para este ítem; en este caso me equivoqué totalmente, la tortilla española estaba espectacular, bien cocinada por fuera y firme y jugosa por dentro, las delgadas rebanas de papa le daban una consistencia perfecta y el sabor parecía a cargo de las rebanadas de hongos, que de cuando en cuando, saltaban al paladar. Otro 10 de la cocina de A fuego Lento.

Luego pasé a las costillas fritas, la cocina las sirve con un platito de frijoles fritos en el centro. A estas alturas del partido estaba claro que la presentación no era el fuerte de la casa, por lo que ya no estábamos prestando atención a ese aspecto; en este caso, la cocina si nos quedó a deber, las costillas estaban algo secas y duritas, lo mejor de este plato fueron los frijoles fritos que estaban de repetir.

La última entrada que pasó por las armas fue la Cazuela de la Casa; éramos tres adultos, pero en ese momento ya sabíamos que estábamos en problemas y habíamos ordenado más de lo que podíamos comer en una sentada (Ojo: somos comelones y siempre pedimos de más, pero ahora estábamos rebasados).

Volviendo a la cazuela que sirven sobre carbón encendido, en la que ponen trocitos de nuca de cerdo, lomo de cerdo, hongos cremini y shitake y que bañan con una salsa a base de tomate, éste fue el segundo plato que nos impresionó; desde el primer bocado estaba lleno de sabor, los trozos de cerdo suaves y los hongos impregnaban todo de su sabor umami, de presto una sorpresa, que del fondo de la cazuelita empezó a salir el sabor, el aroma y el color del queso parmesano que descubrimos en los últimos bocados.

Al momento de llegar las paellas estábamos casi vencidos, pero con la gallardía que nos caracteriza, decidimos seguir adelante y continuar la faena para reseñarles completamente nuestra visita. Empecé con la paella de la casa, que preparan con Lomo de aguja, pollo, costilla de cerdo, camarones, almejas, mejillones, calamares, arvejas, morrones y chorizo español; el arroz estaba en su punto, los sabores de los mariscos perfectos y los puntos de cocción ideales, el lomito de aguja suave y jugoso, otro 10 para A Fuego Lento.

La Paella mediterránea con camarones, mejillones, pescado, costilla, pollo, un plato que estaba igual de bueno que el anterior, lo que llamó mi atención aquí fueron los trozos de pescado que aún conservaban la piel; ese detalle me pareció más que sobresaliente y positivo para el sabor del pescado.

La experiencia en A Fuego Lento fue en mucho variada, lo primero que debemos decir es que ellos tienen que mejorar la presentación de sus platos que quedaron algunas décadas atrás, esto sobre todo, que la ejecución es magistral y los sabores son especiales, las porciones son generosas, tanto, que tuvimos que ordenar para llevar algunas cosas que sobraron y que tristemente no pudimos terminar, los precios son más que razonables, es del tipo de lugares a los que debemos regresar y lo haremos más temprano que tarde.

Red Fork otorga 6 tenedores rojos a la cocina de A Fuego Lento y nos declaramos fans de la Cazuela de la Casa.

Para los lectores que preguntan precio y ubicación:
Hongos empanizados $ 5.25
Costillas fritas $ 5.95
Cazuela a Fuego Lento $ 5.75
Tortilla de papas de la casa (pequeña) $3.25
Papas Bravas $ 3.75
Paella de la Casa $ 10.95
Paella Mediterránea $ 10.95

2 comentarios en «A Fuego Lento, la casa de las paellas»

  1. Muchas gracias por su visita, sus comentarios en cuanto a sabor nos orgullese, que es lo más importante en gastronomía, tomaremos en cuenta sus sugerencias en cuanto a decoración

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