Desde cero en Skillets

En 2019 abrió sus puertas Skillets, en La Gran Vía y debo confesar que inicialmente no presté mucha atención a su publicidad; sin embargo, recientemente escuché que es un restaurante de “Scratch Kitchen”, lo que llamó fuertemente nuestra atención.

El concepto de “Scratch Kitchen Restaurant” son de los más difíciles de lograr y ganan cada día más el respeto de los foodies alrededor del mundo. Es cocina desde cero, es decir, que en estos lugares elaboran la mayoría de sus platillos desde los ingredientes en su estado natural: salsas, postres, compotas, pan, pastas, aderezos y similares elaborados en casa. Además, Skillets cuyo significado es “sartén” en inglés, también se caracteriza por cocinar y servir la mayoría de sus platos en sartenes de hierro que ponen en su horno de leña.

Por tanto, estos restaurantes suelen tener propuestas gastronómicas saludables, ya que no usan preservantes porque elaboran sus recetas a diario, siendo lo contrario a la comida rápida. Se les denomina “Slow Food”, pues prefieren tomar su tiempo, pero brindar en cada platillo del menú una gran experiencia a los clientes; apoyan a productores locales porque demandan productos frescos.

Después de esta introducción, volvamos a Skillets: funciona en un local construido dentro de una cabaña de madera traída a El Salvador desde Canadá. El sitio, es sin duda acogedor y está decorado con madera, bordados y fotografías en blanco y negro que hacen referencia a su cultura de cocinar como en los inicios; después de elegir una mesa, la anfitriona nos dejó el menú que procedimos a revisar.

Ordenamos como entrada un carpaccio de lomo y aguacate y una provoleta, el mesero nos advirtió que ésta última es elaborada con queso mantequilla y no provolone, eso nos sorprendió un poco, pero aun así seguía llamando muchísimo nuestra atención y la dejamos de entrante. Como platos de fondo, una pasta con mejillones y almejas, una Burger Bahía y por supuesto, la debilidad de la afición, una carnita de res y para cerrar una tarta de pecanas.

En uno de sus característicos “skillet” apareció la provoleta. La sirven con trozos de pimientos morrones, pesto rojo de la casa y pan horneado del día. La textura del queso mantequilla era la ideal, suave y al mismo tiempo ligeramente consistente. El pesto complementaba de muy buena manera con su sazón y aromas, con los morrones hicieron que cada bocado estuviese repleto de sabor. Además, vale la pena recalcar la calidad del pan que leudan con masa madre. Con esta entradita, la cocina empezaba de gran manera.

Provoleta de Skillets

Pasamos al carpaccio, un plato que sirven con rebanadas de lomo, trozos de hongos frescos, medio aguacate, hojas de rúcula, queso rallado y alcaparras; el plato estaba de buen ver, pero lo mejor fue su sabor, le dejamos caer unas gotas del limón asado que ponen en medio del plato y le da la acidez y el amargor ideal a cada bocado del plato, que se acompañaba bien con las rebabadas del pan tostado, bien por la cocina.

Carpaccio de Skillets

Luego, se hizo presente la pasta con salsa de tomates de la casa, almejas y mejillones. Consiste en una porción generosa de pasta fresca hecha diariamente en el restaurante, con abundantes frutos de mar. Skillets elabora todos los días la pasta que utiliza en sus platos. El fettuccine estaba cocinado en su punto y la salsa de tomates naturales estaba espesita, consistente y llena de sabor, mejillones, almejas y camarones llevaban a otro nivel los sabores y aromas de mar, la cocina seguía sin defraudarnos.

Pasta Marinara de Skillets

Pasamos a la Bahía Burger, ésta viene en un pan de la casa, especialmente creado para sus hamburguesas. Para elaborarlo, usan una receta parecida a la del panettone cuyo resultado es apenas dulce y por ser hecho del día, es suave y esponjoso. La Burger con carne de res, camarones, queso caciotta (originario de Toscana Italia), rebanaditas de ajos confitados, alioli casero y vegetales. Desde la primera mordida brilló el sabor intenso de la carne, que con un toque de comino la hacía deliciosa, la carne es suave, la pattie sin dude debe ser elaborada a mano. Los camarones eran un excelente complemento y junto a los aromas de los ajos confitados y el alioli, hacían de la Bahía, una hamburguesa memorable.

Burger Bahía de skillets

El último plato salado por llegar a la mesa fue el “Ribeye a la pimienta verde”. Éste viene servido en el clásico skillet de hierro y acompañado de papas machacadas, trocitos de cebollines y su salsa cremosa de 3 pimientas. Visualmente hicieron un gran trabajo al darle un color dorado que solo aumentaba nuestras ganas de probarlo. Al cortar y degustarlo, la calidad del corte era evidente, suave, cocido a la perfección en termino medio y con una sazón inmejorable. La salsa de tres pimientas era suave, aromática y cremosa. Finalmente, la machaca de papas terminaba de redondear este platillo, ganándose un 10.

Rib Eye a la pimienta de Skillets

Estábamos algo llenos, pero el equipo siempre tiene un estomago de más para el postre, la tarta de pecanas llegó calientita, saliendo del horno de leña y servida en su sartén con una bola de sorbete de vainilla. La ejecución de este postre seguía alzando nuestra experiencia. El relleno de la tarta era dulce sin ser empalagoso y la corteza de la tarta era tostadita, de primera.

Tarta de Pecanas de Skillets

En un inicio Skillets no nos entusiasmaba, pero su cocina desde “0” llamó nuestra atención, demostró su calidad, consistencia y gran servicio. sus precios son más que razonables y su cocina sin atajos le consiguió 7 tenedores rojos; la puntuación máxima de nuestra escala. Esperamos que puedan mantener esta calidad y que sigan innovando y abriendo brecha como representantes del “Scratch Kitchen” y el “Slow Food” en nuestro país.

Para los lectores que preguntan por los precios y ubicación:

Provoleta $ 6.50
Carpaccio $ 10.50
Rib eye con salsa de pimienta $ 21.00
Burger Bahía $ 9.50
Pasta Marinara $ 13.50
Tarta de Pecanas $ 5.75

4 comentarios en «Desde cero en Skillets»

  1. Los primeros dias de apertura el
    Servicio estuvo malo , se equivocaban en las ordenes y algunos platos no cumplieron nuestra espectativas, no nos agrado el olor que se impregno en nuestras ropa y no hemos regresado.
    Talves seria bueno darles otra opprtunidad!

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