
Al inicio del año, antes del período de cuarentena, abrió en San Salvador un nuevo lugar mejicano llamado “La Taquería”, en el bulevar de La Revolución, en una esquina justamente entre el redondel Italia y el nuevo Hospital El Salvador, en buen salvadoreño en la calle de la Feria. Siendo nuestra naturaleza conocer las nuevas propuestas de la gastronomía, era más que evidente que teníamos que venir lo más pronto posible.

Al llegar, nos encontramos con varios miembros del equipo de La Taquería, que nos comentaron algunos detalles interesantes sobre su trayectoria. La Taquería abrió sus puertas en 1991 en la ciudad de Managua, Nicaragua; sus dueños son una pareja de cocineros México-Nicaragüense, por lo que, lejos de ser el sitio nuevo que creíamos, La Taquería es el noveno restaurante de esta cadena y el primero que sus propietarios abren fuera de Nicaragua. Con los antecedentes de un cocinero mexicano como fundador y una trayectoria de 29 años, la expectativa sobre la comida empezó a elevarse.


El restaurante es un sitio grande con un aforo aproximado de doscientas personas, que funciona a media capacidad por el tema de la pandemia y el distanciamiento social, decorado en colores alegres típicos de México; muy espacioso, una terraza externa de cuyo techo cuelgan estas piñatas multicolor, un interior impecable con dichos mexicanos en las paredes y un mural en la segunda planta. Una estructura minimalista decorada con buen gusto.

Ya habiendo revisado el menú y teniendo ese filo que nos caracteriza, elegimos una orden de Nachos Machos, unos chilaquiles de la casa, unos tacos de pastor, unos tacos de filete de res y un huarache. y nuestro mesero nos dejó un centro de mesa con salcitas, pico de gallo y totopos.

Lo primero que llegó a la mesa fueron los Nachos Machos, la vajilla es de barro mejicano envidriado, lo que le agrega un toque de más autenticidad a la experiencia; el plato es una porción más que generosa de totopos de maíz, carne de pastor, tocino, aguacate, salsa de cheddar, quesillo y frijoles fritos; el plato era colorido y apetitoso y los sabores combinaban a la perfección; sin duda, una buena forma de empezar.

Pasé a los Chilaquiles de la Casa, según nos explicó el mesero, es uno de los platos del menú que tienen un pequeño twist introducido por la casa, el plato llegó y es un poco monocromático, en un principio no nos pareció apetitoso pero eso cambió al probarlo, esta cremosa versión de chilaquiles con tortillas de maíz tostadas, quesillo, crema y pechuga de pollo deshilado, tiene un sabor dominado por la sutileza del queso, que juega bien con los sabores de maíz y pollo, otro 10 para la cocina.

El tercero al que hincamos el diente, fueron los tacos de pastor, lo primero que me gustaría señalar fue su aspecto, se veían hermosos, sin dejar de ser los tacos de siempre y sin poner más que pastor, cebolla, cilantro y piña, tenían un emplatado de otro nivel, el pastor de color naranja intenso, un sabor espectacular y un término de cocción perfecto, estos taquitos se estaban robando el show del almuerzo.

El siguiente plato en la lista fue la recomendación de nuestro mesero: Tacos de Filete, reconozco que solo los ordenamos porque nos dijeron que eran buenos y nos gusta escuchar a la casa, pero inicialmente no nos entusiasmaron mucho. Es un plato de 4 tacos en tortilla de maíz blanco sobre las que descansa una costra de queso enrollada con trocitos de carne de res en su interior, con acompañantes de guacamole y escabeche, este plato, diseño de la casa, llegó caliente y simplemente es espectacular, el queso y la carne estaban en su punto, la costra de queso dorada y de sabor potente y la carne jugosa, simplemente inmejorable, superando a sus 4 predecesores.

Para el cierre dejé el Huarache de res, montado en una tortilla ovalada y frita en profundo, untada con frijoles, trocitos de carne de res, lechuga, tomate, un toque de crema y queso rallado, otro gran plato; la tortilla frita llegó caliente y eso siempre es un plus, la combinación de res con los frijoles de la casa que tienen un dulcito agradable, sirven de antesala al paladar de un plato fresco, abundante y lleno de sabor.

Aunque habían otros ítems del menú llamando nuestra atención, ya no podíamos con más; sin embargo, después de esta agradable experiencia, seguro volveremos y reportaremos pronto sobre otros de sus platos. La Taquería tiene su sitio bien pensado, se nota que tienen experiencia y que saben de este oficio, el equipo de cocina tiene años en esto de cocinar mejicano, sus sabores son auténticos y sus platos abundantes, simplemente otro nivel de tacos.
Para llegar puedes hacer clic aquí.
