Una de mis grandes aficiones en el mundo de la gastronomía es, sin duda, la cocina típica; ante una buena sopa de frijoles con masas, un gallo en chicha o una sopa de pata, vuelvo a ser un niño y recuerdo a mi abuela y los mejores tiempos en su mesa. A la cabecera siempre estaba mi abuelo, sin duda el mejor hombre que he conocido; era maestro y más que maestro, un erudito que compartía con entusiasmo con su familia relatos y datos interesantes que, más que entretener, alimentaban el saber y nos permitía entender un poco más de historia, poesía y la vida misma. Es decir, que visitar o temporar donde los abuelos era: comer rico y aprender mucho, ambas cosas en el mejor sentido de la palabra.

Con eso de prólogo, confieso que me entusiasmó muchísimo saber de este nuevo restaurante de comida típica en la zona rosa, “Relajo, Cocina Salvadoreña”; queda unos 30 metros arriba de La Hola, en donde por años funcionó el Acajutla. Al llegar conocí a su dueña, la chef y empresaria Maribel de Urrutia, con quien inicié una agradable conversación a fin de conocer un poco de su historia y los orígenes de su cocina y restaurante.

Así, descubrí que Maribel es cocinera de tercera generación, su abuela y su madre fueron cocineras y emprendedoras en su natal Chalchuapa, por lo que, Maribel prácticamente se crió en una cocina, muy cerca de la leña, el maíz, los frijoles y la tradición. Además, es el talento culinario atrás de los Restaurantes Acajutla, que inició junto con su esposo aproximadamente hace 30 años en la ciudad portuaria y que ahora tiene 8 sucursales, así que mis expectativas iban en claro aumento y cada vez más deseaba meter el diente a algunos platos del menú de Relajo.

El nombre Relajo, me pareció de lo más alegre, sugerente y apropiado para un sitio dedicado a la cocina salvadoreña; proviene de la mezcla de especias que usamos como base de muchas de las más tradicionales recetas del país. Relajo lleva el adobo, la sopa de patas, la salsa de la cochinita, el pavo, el recaudo de los tamales, etc., el sitio es una especie de rancho con techo de paja, decorado con motivo típicos y adornos con canastos de bambú que cuelgan del centro del restaurante. Sin más preámbulos, pasemos a la comida.

Para iniciar la ruta gastronómica por el menú de Relajo, elegí la yuca estilo Chalchuapa, el montaje no es el tradicional, lo sirven en forma de causa: un capa de yuca, unos trocitos de chicharrones con salsa de tomate, otra capa de yuca y lo adornan todo con otros chicharrones y cebolla morada; la yuca estaba suavecita, se deshacía en la boca como debe ser y los chicharrones eran perfectos, crujientes por fuera, pero con la carne suave y llena del sabor tradicional de los chicharrones de la ciudad del Tazumal. Empezamos de lo mejor nuestro paseo.

Como segundo pasé a las Longanizas de Nahuizalco: Nahuizalco es una ciudad pequeña ubicada unos 6 o 7 kilómetros después de Sonsonate, sus longanizas son una receta única, imposible de perder; los choricitos los hacen de carne de cerdo, vegetales y chile todo picado a mano, son muy especiados y llenos de sabor, el plato de relajo trae doce unidades enrolladas sobre trozos de tortilla morada frita, los preparan en fritura profunda, eso les da un tono bronceado inmejorable; en cada bocado estas longanizas son una especie de bombitas de sabor, un poco picantes y deliciosas, perfectamente acompañadas de casamiento y chilmolito.

Pasé al Gallo en Chicha: como la chef de Relajo es de occidente, el gallo es más una sopa que un guiso; la sirven con una porción de arroz blanco y le decoran con un huevo duro, la presentación es apetitosa, su color perfecto, el gallito prometía; al probarlo no nos decepcionó, el dulce era sutil, la sopa de consistencia ligera estaba llena de sabor, el gallo suave y en su punto. Relajo lo sirve con sorpresa: en medio de la sopa vienen trocitos de costilla de cerdo, que le aportan un toquecito extra de sabor que completa un plato espectacular, infaltable en una visita a estas mesas.

Llegó el turno de los Chiles Rellenos: la Chef sirve en un elegante plato sopero dos chiles rellenos con nuca de cerdo cortada a mano y queso, bañados en salsa de tomate y gratinados antes de servirse, por lo que, el plato llega caliente a la mesa; la presentación fue una grata sorpresa, el aroma a comida que reconforta invadió la mesa, el queso hacía hilos y el cerdo en el interior de los chiles era suave y jugoso, la cocina de Relajo mandaba un plato de 10 tras otro.

El último plato que elegí fue el pollo en pinol: la cocina sirve un cuarto de pollo en salsa de tomate con pinol. El pinol es maíz quebrado y tostado antes de guisar, el resultado cuando se incorpora a la salsa de tomate origina un sabor único a leña y barro; sabe como una tortillita tostada en carbón, simplemente delicioso, en medio de esta salsa el pollo parecía simplemente un acompañante, otro 10 para la cocina.

Aunque ya sentía mi fuerza decaer, no quise levantarme sin algo dulce y terminé con unos nuégados de yuca, el plato trae dos nuégados con salsa de dulce de panela con maracuyá, el dorado perfecto y el dulzor ideal, ese que no empalaga y que te invita a seguir comiendo. Cerramos, así en grande, esta maravillosa comida, pensando en volver pronto por otros platos de su menú que se nos escaparon o por unas pupusitas, que según me dijo nuestro mesero había que probar.

La comida de Relajo tiene sabor a pueblo, a casa, a familia; tiene sus pequeños giros como el gratinado de los chiles o la costilla del gallo en chicha, pero su esencia permanece prístina y su sabor impoluto, ese día no estaba con mi familia, pero comí con mi abuelo Meme, en la mesa de mi abuela Maty, la comida de Relajo me llevó a grandes épocas, es deliciosa y responde a esa pregunta que se hacen muchos: en dónde se puede llevar a los extranjeros cuando nos visitan en El Salvador. 100% recomendado.
Puedes llegar haciendo clic aquí

Que buena nota !
Muy bien por relajo, ya que a través de uds la gente los conoce más rápido y en tiempos de pandemia emprender un negocio es aún más difícil pero nunca imposible 👏👏👏
Y los precios?
Exacto… y según vuestra tradición Red Fork… Y los precios….????
Que delicioso se ve todo, la gastronomía típica salvadoreña debe trabajarse ybdesarrollarse más
Todo se ve delicioso