La nueva Parrillada Steakhouse, un 10 indiscutible

Habiendo iniciado el año, muy entretenidos con el TacoWeek, con una excelente oferta de tacos de autor, decidimos hacer nuestra primer reseña de un restaurante que se reinventó en la pandemia: La Parrillada Argentina, ahora se llama La Parrillada Steakhouse by Chef Carlos Salazar. De lejos el cambio de nombre puede ser solo una cuestión cosmética, sin embargo, en este caso se trata de un cambio más complejo de estilo, menú, recetas y presentaciones. Acepto que venía sobre aviso porque en los últimos meses, varios de nuestros lectores me recomendaron visitar la nueva Parrillada Steakhouse.

Es un lugar pequeño que funciona en Olivos Plaza, frente a redondel de La Capilla en la San Benito. En la parte de afuera, al aire libre, tiene unas seis mesas con una capacidad de un poco más de 25 personas; en esta época, sin duda esto es un plus que vale la pena mencionar. Adentro, tienen más o menos una capacidad similar, pero seguro la mayoría prefiere quedarse a disfrutar de los exteriores; por nuestro lado, elegimos donde ubicarnos y desplegamos nuestros menús con la ayuda del código QR, disponible en cada mesa.

Con la asesoría de nuestra mesera, pasamos a ordenar como entradas unas empanadas de lomito y unos montaditos de brie; como platos de fondo una pasta Alfredo, una entraña a la parrilla y una hamburguesa. La espera nos sirvió para notar el impecable orden general del lugar y la nitidez con la que el personal porta sus uniformes; puntos para la casa.

Llegaron nuestras empanadas, ordenas dos unidades (se piden por unidad); estos pastelitos estaban perfectos, calientitos, recién salidos del horno, la masa dorada y crujiente y el relleno con una proporción favorable de proteína, jugado y con un sabor intenso a especias con sutiles tropezones del sabor dulce de las pasas. Un 10 indiscutible para comenzar.

Después, pasé a los montaditos de queso brie; los sirven calientes sobre rebanadas de pan baguette con mermelada de frutos rojos, cubierto con queso brie y una ramita de romero. El contraste de sabor entre el dulce de la mermelada y el suave amargo del brie, es perfecto. El queso llegó en ese punto en el que aún conserva su firmeza y está cremoso, a punto de derretirse. Los bocaditos que ordenamos fueron una gran anticipación de la calidad de la cocina del chef Salazar; dos platos sencillos, pero absolutamente deliciosos.

Luego llegó el turno de la Pasta Alfredo con pollo, que sirven en un plato hondo con trozos de pechuga de pollo a la parrilla. Para mi gusto, la salsa Alfredo estaba un poco líquida y le faltaba espesor, esa textura untuosa que sin duda prefiero; esto no le resta nada de su sabor, que era intenso y delicioso y, por su parte, la cocción de la pasta estaba perfecta.

Pasamos a la entraña con vegetales y papas cremosas, las que sirven sobre aceite de oliva con chimichurri, el aspecto más que apetitoso; desde que pones el cuchillo en la carne sabes que el punto de cocción estaba exacto, la entraña además era una carne de primera, suave, jugosa y llena de ese sabor umami característico, las papas cremosas, gratinadas con lácteos y romero, eran un acompañante tan bueno que rivalizaba con la proteína; la cocina seguía sumando puntos en nuestra mesa.

Por último, pasé a la hamburguesa que pedí con salsa mignon, la sirven en un tabla de madera con pan brioche, vegetales, carne de res, queso (no estoy seguro si era provolone o mozzarella) derretido y salsa de filet mignon con trozos de hongos parís; el sabor dominante de la Burger es la salsa, cuyo sabor es intenso y tiene pedacitos de champiñones que le quitan uniformidad al sabor, lo que entretiene el paladar y que complementaba la jugosa carne de gran manera.

La experiencia estaba siendo tan buena que decidimos hacer uso del estómago de emergencia y ordenamos un postre: la piña de la casa llegó a la mesa, son tres rebanadas de piña salteadas en mantequilla con azúcar, canela y un toque de licor, llega a la mesa calientito, el sabor dominante es la combinación del ácido de la piña y el picante de la canela, el almíbar, del que ponen lo justo, es dulce y sin duda, el conjunto es tan reconfortante y ligero que cierra con broche de oro la experiencia.

Sin lugar a dudas no nos equivocamos al elegir el restaurante del Chef Carlos Salazar, el lugar no es lujoso pero se nota que el personal está pendiente de los detalles; la comida es de primera, los precios razonables y el servicio de nuestra mesera fue excelente. Red Fork otorga seis Tenedores Rojos a La Parrillada Steakhouse del Chef Carlos Salazar y nos retiramos, planificando volver.

Para los que preguntan por los precios y ubicación (dar clic aquí):

Empanadas de lomito $1.50 cada una

Montaditos de queso brie $5.00

Pasta Alfredo $ 9.00

Entraña 10 onz. $ 22.00

Hamburguesa $10.00

Postre de la casa (piña) $3.90

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