
A media tarde después de salir del Acajutla decidimos tomar la litoral, de pronto para seguir disfrutando de la playa y el Fudtúr Verano, después de pasar los 5 túneles y varios paisajes que vale la pene recorrer elegimos para en Acantilados y disfrutar de un par de Supremas en su espectacular terraza.

Llegamos y elegimos una mesa, el restaurante funciona en una amplia terraza sobre un deck de madera en el exterior de un hotel de varios pisos, que da la impresión de calidad y lujo. Las instalaciones son impecables y el golpeteo de las olas en las rocas y las piscinas de agua salada te acompañan durante toda tu visita; solo el lugar, la vista del mar y el ambiente hacen que valga la pena visitarlo.

Después de disfrutar nuestras Supremas bien frías, decidimos que era buen momento de terminar con algo dulce y elegimos de su menú una Panna Cotta, un tres leches y un sorbete tempurizado, con unos cafés.

Los postres aterrizaron en la mesa en unos minutos, sin ser espectaculares tenían montajes agradables que anticipaban una buena experiencia, el tres leches tenia esta cobertura de crema un poco aguada, la torta por su partes estaba húmeda y bien hecha, la mezcla de tres leches estaba deliciosa, con un dulce moderado que te invitaba a seguir comiendo.

La Panna Cotta la sirven en una fuente y la cubren con un coulis de maracuyá, que me encantó; es dulce y ácido y juega bien con la panna cotta, el postre va suavizando su sabor a medida que vas avanzando, ya que cada vez queda menos coulis y eso no permite que te empalague el sabor del maracuyá, muy bien este postre.

Pasé de último al sorbete tempurizado: la tempura lo cubren con arroz inflado y aunque la cobertura tiene buen sabor, hubiera preferido que estuviera más crocante, el sorbete por su lado estaba bien congelado y jugaba bien en boca con coulis de maracuyá que ponen en el plato.

Los postres de Fausto están ricos, aunque aún tienen unos puntitos para mejorar, el servicio por su parte es sobresaliente, los meseros están pendientes y atienden rápido; el lugar, como ya lo mencioné, vale la pena, es bonito, bien cuidado, de una vista impresionante y con un sonido ambiente natural impuesto por el mar que se disfruta. Otorgamos 5 tenedores rojos a Acantilados y su restaurante Fausto en esta visita.

Para los que preguntan por los precios y la ubicación:
Todos los postres cuestan $5.50