El mundo de la gastronomía no se pone de acuerdo con respecto al origen de los ravioli; algunos apasionados aseguran que son 100% italianos, más específicamente de la Liguria medieval. El famoso escritor, Giovanni Boccaccio, usa la palabra al decir en su libro El Decamerón: “nessuna altra cosa facevano che far maccheroni e raviuoli”, lo que se traducuiría como: “ninguna otra cosa hacían que hacer macarrones y ravioli”.

Otros, aseguran que los ravioli también fueron como la misma pasta, traídos desde china, por Marco Polo, dicen que son los hijos legítimos de las Gyozas (dumplins) y los Wonton; también que los chinos, creadores de la pasta, fueron los verdaderos precursores de los ravioli y que los italianos fueron estilizando su idea y creando nuevas formas de estas almohaditas de sabor.

Ravioli, es el plural en italiano del raviolo, que se traduce como “plegado”; son comúnmente cuadros de pasta plegados, rellenos y servidos con pasta, éstos pueden variar según la ciudad o región y, en otros países les llaman de manera imprecisa, por ejemplo: en El Salvador, Argentina y Uruguay se los llama en plural “ravioles” y en España “raviolis”. En algunos lugares como Argentina son verdaderamente populares, tanto así, que acuñan la frase “la raviolada del domingo” para referirse a una buena comida con este platillo como abundante protagonista.

Respecto al origen de los ravioli, aún en la actualidad, los datos son muy contradictorios y no existe ninguna versión que pueda considerarse como la absolutamente cierta. La más difundida, sugiere que fueron llevados a Italia desde China por Marco Polo, quien habría conocido los «ravioli chinos» llamados jiaozi o —en todo caso— las preparaciones llamadas wontón.

Los ravioli son mas que cuadros o círculos, los italianos los hacen de diversas formas como los agnolotti de la zona Piedmont (Piamontés). Son cuadros o círculos doblados por la mitad para un semicírculo o rectángulo y si al agnolotti se le aplican pliegues llamados “al plin”.

Los anolini de la zona de Parma y Piacenza, son generalmente redondos o con forma de ¾ de círculo, los casoncelli o caramelli de Lombardía, significa “pequeño estuche”. De forma de semi-circulo o de forma de envoltorio de dulce, los cappelletti: de Emilia-Romagna, significa “capuchas o sombreros”; son masas cuadradas rellenas, plegadas y luego pegadas en sus extremos.

Fagottini de varias zonas, es una forma más moderna y actual; significa “pequeño saco o bolsa», sorrentino, de Sorrento, un pueblo en Nápoles. El nombre viene del pueblo. Es cualquier forma simple, Tortelli y Tortellini: de Emilia-Romagna, Bologna y Módena.
