
Una tarde, con muchas ganas de seguir disfrutando de bellas vistas en las afueras San Salvador, nos dirigimos a La Petite Chef que, en francés, significa “La Pequeña Chef”. Está ubicado en el KM 22.5. de la carretera Ruta Panorámica, esa que te lleva de Santiago Texacuangos a Cojutepeque; para encontrarlo, lo pusimos en nuestro Waze y sin problema, llegamos.

Cuenta con un parqueo mediano, el acceso es un sendero bien marcado, rodeado de plantas bien cuidadas; en la entrada, una especie de patio con un pato y un ganso, bastante simpáticos, que parecen saludarte cuando vas entrado. La combinación de naturaleza y arquitectura hacen alusión a un lugar de cuento en la campiña europea. Después de unos segundos de caminar, llegamos al área de restaurante, en donde nos atendieron muy amablemente e invitaron a sentarnos donde quisiéramos y nos sugirieron colocarnos repelente, por ser temporada de jejenes (para esta época ellos tienen el repelente para sus clientes).

El área es mediana, pero tan bien acondicionada a la topografía del cerro, que caben varias mesas sin asfixiarse unas y otras, llegamos temprano y estaba solo por lo que, tuvimos el lujo de elegir la que consideramos la mejor mesa con la más espectacular vista del lago de Ilopango frente a nosotros, sin ningún obstáculo, un verdadero deleite.
Ordenamos un par de Supremas bien frías y revisamos el menú.
Apreciamos que la cocina de La Petite Chef se sale de la oferta común de sopa de gallina india, sopa de pata y carne asada y optamos por una “deep dish” de pepperoni, que demora alrededor de 30 minutos en prepararse, según nos dijeron; una “Burger Petite de Res” y una “costilla Saint Louis”. De beber, agregamos un frozen de piña, refresco de tamarindo y por supuesto, otra Suprema bien fría.

Apreciando la vista y buenas pláticas, se nos hizo rápida la espera y llegó la “Burger Petite de res” acompañada de potato wedges. Ésta, en lugar de una pattie, tiene rebanadas delgadas de lomo de res ahumado, hongos, queso mozarela abundante, lechuga y pepinillos. Con su porción generosa, la idea de combinar lomo ahumado con hongos funcionó bastante bien, el pan delicioso y hubiéramos agradecido un poco más de humedad en el lomito ahumado, pero en su conjunto, una buena burger .

En su tiempo, se hizo presente, recién salida del horno la deep-dish. Es una pizza pequeña, de cariño le pusimos la Chicaguita; su precio nos pareció acorde al tamaño, hacía valer la reputación de una pizza de ese estilo, bien rellenita de queso. Los sabores estaban balanceados y nos pareció que los amantes del queso, estarán muy contentos con este platillo. El único detalle a mejorar fue la masa, sobretodo en las orillas.
Finalmente, le llegó el momento a la “Costilla Saint Louis ahumada”, acompañada de una rodaja de pie de papa y ensalada fresca. Nos pareció que el cerdo tenía una sazón y combinación de especias excelente y la salsa untuosa y de gran nivel. La costilla estaba en su punto de cocción, de sus acompañantes una mención especial para el de “pie de papa”, su relleno cremoso, cocido a la perfección y corteza, que hasta sola estaba riquísima, hacía que el complemento fuera una estrella por sí mismo.

En raras ocasiones hacemos menciones de las bebidas, pero el refresco de tamarindo y frozen de piña fueron de muy buena calidad. Tenían bastante sabor y esencia a la pura fruta, muy recomendados. Al terminar nuestro almuerzo, condideramos que La Petite Chef tiene tremendo potencial para llegar a altos niveles, con ligeras mejorías en la ejecución este establecimiento, podría llegar tan alto como la vista que tienen.

Red Fork otorga 4, mejor 5 tenedores rojos, considerando la espectacular vista y el esfuerzo de producir un lugar hermoso y confiamos, que seguirán mejorando su oferta gastronómica para alegrar a todos sus comensales.
Abajo los precios y el link para la ubicación:
Deep dish: $14.95
Burger Petite de Res: $9.95
Costilla Saint Louis: $12.95
Las pizzas son espectaculares y recomiendo el puyazo