
Para una reunión de trabajo me invitaron a almorzar a La Barrica; este sitio, ubicado una cuadra antes de llegar al redondel Brasil en las inmediaciones de la Zona Rosa, no es un restaurante, es una delicatesen que cuenta con un par de salones de reuniones en donde se pueden hacer eventos, cuyo menú es abierto y acordas con el Chef cuando reservas, por lo que las opciones son infinitas y seguro, se encuentra algo a tu gusto.

Delicatesen: Es una tienda de alimentos y bebidas de alta gama, productos exquisitos, que suelen ser exóticos, escasos, difíciles de laborar, que vienen de muy lejos o requieren almacenaje complejo, por lo que su oferta suele estar relacionada a productos muy aspiracionales como el foie, azafrán, jamón de bellota, quesos añejados o licores especiales, por decir alguna cosa en La Barrica se puede comprar un pierna de jamón ibérico de bellota.

El chef de la Barrica es Carlos Palomo, Calolo como le conocen; es un chef graduado en la Peter Kumps Cooking School, cuya trayectoria y sazón conozco desde los días en que, el ahora Crowne Plaza, se llamaba Radisson Plaza. Esta combinación de un gran chef como Calolo y una tienda llena de las mejores materias primas, pone la vara alta, muy alta en mis expectativas.

Nos recibieron con una copa de vino espumante Zonin Prosseco que debía estar allí por los 6 grados, temperatura que permite que todos sus sabores se desarrollen de lleno en el paladar, éramos un grupo pequeño y con esta copa abrimos una conversación agradable para ponernos al día; unos 10 minutos después pasamos a la mesa.

Ya acomodados, nos sirvieron la entrada, en un bol de ala ancha una base de tomaquet (tomate en catalán) con ajo, con un filete de boquerón, un camarón y un mejillón maridado con un Cava Dubois español; este plato, pequeño, sencillo y hermoso, fue una entrada fresca para la comida, los sabores eran pristinos y se percibían claramente en el paladar; yo elegí ir por pasos y fui proteína por proteína, disfrutando de los sabores uno a la vez. Plato sencillo y perfecto para abrir la velada.

Como plato de fondo pusieron un pernil horneado y una ensalada de fabas con chorizo español, salami de pamplona y espárragos maridados con Heredero el Marqués de Riscal Reserva de la Rioja, la carne estaba perfecta, el color afuera dorado con todos los sabores potenciados y adentro jugoso y suave, cocinado absolutamente a la perfección, la salsa era una especie de Diana, es decir, una salsa cremosa de trufa con algún licor. Adivinando creería que era un brandy, que en el paladar producía un perfume delicioso en boca, todo exquisito.

La guarnición era una ensalada de fabas. Son unos frijoles grandes blancos de origen español mezclados con trozos de chorizos ibéricos y espárragos, la selección de sabores excelente para combinar con el pernil, las fabas que seguro vienen envasadas desde España estaban suaves y los espárragos frescos crocantes; otro platillo sencillo y bien ejecutado.

Para cerrar pasamos al postre, un clásico francés, las Crêpes Suzette maridadas con una copa de Valduero albillo Rivera del Duero, son unas crepas ahogadas en una salsa de azúcar caramelizada, mantequilla, jugo de naranja y licor de naranja, en este caso Grand Marnier, final perfecto para el almuerzo, las crepas delgadas y apenas pecocitas y la salsa anaranjada y transparente, una combinación ideal de ácido y dulce, simplemente deliciosa.

Al final de esta reseña no encontrarán los precios porque al ser un evento organizado por otro, desconozco los costos, lo que sí hice fue preguntar cómo funciona, porque aunque he ido a comprar algunas cosas a la tienda, pero era mi primera vez en un evento allí; después de felicitar a Calolo el chef y encargado de La Barrica, me explicó que ellos hacen eventos a la medida, que el menú se acuerda cuando se reserva y que incluso, han hecho eventos únicos desde dos personas para ocasiones especiales.

El sitio está perfecto, el servicio ideal, la comida magistral, la materia prima es de primera y el chef excelente, así que más que recomendado visitar a Calolo y La Barrica.
Me atrevo a comentar pues también he tenido privilegio u oportunidad de estar en la Barrica y ser atendida por Calolo , tú haces una descripción de sabores, alimentos y yo quisiera hacer descripción de Atencion , q eso suma muchísimo , su amabilidad el hacerte sentir especial q su cocina fue hecha para ti, sentir q estás atendido por alguien q está disfrutando atenderte q cada detalle fue puesto en el plato para agradarte
Gracias por tu aporte, sin duda debo concordar contigo en relación al servicio que Calolo y su equipo brindan a los visitantes en La Barrica, en todo momento están atentos para cubrir las más pequeñas necesidades.
Sin tener yo Mayor experiencia pero con un paladar nato me atrevo a decir q es un lugar simplemente sensacional,pues todas las sensaciones gratas se unen en un solo lugar, gusto, tacto, olfato,visual etc, acompañado del elemento esencia en el arte de la gastronomía: pasión por lo q se hace, durante 3 años he asistido a esas degustaciones y catas diversas y siempre salgo satisfecha y con la sensación de haber tenido una experiencia de primer mundo. Bravo Calolo, como es conocido por todos, este gran representante del arte culinario.