Somos más que aficionados a la carne, así que, venir a este restaurante era solo cuestión de tiempo; llegamos a Fogo Bonito para almorzar con la idea de disfrutar de su rodizio, este estilo de comer originario de Brasil, que consiste en un asado de varios cortes de carnes que se cocinan en espadas y que luego, los meseros pasean entre las mesas entregando cortes a demanda de los comensales. He tenido oportunidad de recorrer algunas veces el sur de Brasil, por lo que mi afición a este estilo de restaurante es como el pecado original.

El lugar está ubicado en una casa grande de la colonia San Benito, tiene pocas mesas y bien espaciadas, con superficies de cortes de madera, perfectas para un lugar de carnes. Una vez sentados, el mesero nos dejó los menús y sin abrirlos le ordenamos el rodizio; fue en ese momento que nos dejó ir la bomba: ese plato sólo lo tienen disponible los fines de semana, error nuestro porque seguro pudimos preguntar antes de llegar, pero como ya estábamos allí decidimos quedarnos a comer.

Como entrada y para compartir, pedimos un feijoada que llegó en una fuente acompañada de arroz. Es el plato brasileño por excelencia y en cada casa tienen su propia receta, básicamente es una sopa de frijoles negros con cerdo y chorizos; si bien es pequeñona, estaba bien llenita de cuchito, el sabor francamente delicioso aunque la consistencia de la sopa para mi gusto era muy líquida y eso le restó sus puntitos, las carnes suaves y llenas de sabor.

Después, llegaron los acompañantes de los primeros cortes de carne. Describo uno: un plato grande con una generosa porción de puré de papas, vegetales parrillados y cuatro pao de queijo (pan de queso), el puré rústico muy bien hecho, cremosito y con tropezones de papa, delicioso, los vegetales nada memorables, excepto los espárragos que estaban de muerte lenta, crujientes, sabrosos y tronadores, el pan de queso, calientito, chiclocito y lleno de sabor a clásico de esta especialidad sur americana, me transportó a Paraná o Santa Catarina; ojo la receta original es libre de gluten así que, los alérgicos pueden preguntar por detalles de su preparación en Fogo Bonito y ordenarlos.

Luego llegaron dos cortes de carne de los ordenados: el Ribeye y el Tomahawk que sirven sobre planchas de sal del Himalaya, llegan a la mesa en un carrito y los meseros tienen un ramekin con licor que le derraman y luego flamean con la ayuda de un mechero, excelente show para impresionar a todos en la mesa; esto debe hacerse con cuidado por el tema de los posibles accidentes y se nota que los meseros lo tienen controlado, pero además, por el tema del sabor, ya que si ponen mucho licor y no se quema puede cambiar para mal el sabor de la carne.
Como buen gordo y goloso, empecé por el Tomahawk, que es un corte de carne americano que se asemeja a una hacha de los llamados Piel Roja, de allí su nombre; una palabra para describir este ñanquito es perfección, la carne estaba justo en el punto solicitado, era jugosa y suave, sabrosa, el ideal para cualquier aficionado del asado. El ribeye por su parte, estaba un poco pasadito de punto, pero siempre suave y jugoso.

Después pasamos al pulpo, que sirven en un plato de madera con vegetales, puré y ensalada fresca sobre los que cuelgan 4 tentáculos de pulpo a la parrilla; aquí el aspecto ya nos decía que le hubiera venido bien unos minutos más sobre las brasas para agarrar ese sabor a carbón y tostar un poco más el exterior del pulpo, que además estaba un poco gomoso.

Pasamos a la fraldinha o entraña, lo sirven igual que los otros cortes con su respectivo show de flameado; esta vez, quizá hubo mucho entusiasmo y le pusieron un poco más o no se alcanzó a quemar el alcohol y le quedó el sabor fuerte de la cachaza a la entraña, este amarguito dañó la entraña tanto que decidimos dejarla de lado.

Para cerrar, pedimos un flancito, aquí se reivindicó la cocina de Fogo Bonito; la textura firme pero cremosa del flan es de otro nivel, el caramelo suave y el dulce mesurado del postre lo hicieron un gran cierre del almuerzo.
Nuestra experiencia en la mesa de Fogo Bonito fue variada, algunos platos fueron memorables y olvidables, pero sin duda la propuesta tiene un gran potencial, los meseros ofrecen un gran servicio, la idea del show al flamear las carnes es genial ya que anuncia la llegada con bombos y platillos de las carnes, crea expectación y entusiasma a la mesa, nuestro consejo es afinar más los procedimientos en cocina y sin duda, regular el licor para flamear. Red Fork otorga 4 tenedores rojos a Fogo Bonito en esta visita.
Para los que preguntan por los precios y la ubicación.
Entraña (fraldinha) $ 37.50
Ribeye $ 22.50
Tomahawk $ 45.00
Pulpo Grillado $ 25.00
Feijoada $ 7.00
Flan de queso $ 4.00
Fabuloso corte Tomahaw y la presentacion del pulpo