
El restaurante queda en el 261 de la Calle Loma Linda, unos 150 metros abajo del redondel de Brasil, en una casa amplia; la verdad, desde la entrada se ve que no escatimaron en detalles y todo, absolutamente todo, parece estar en su sitio, una excelente primera impresión que te avisa que las cosas andarán bien.

El sitio cuenta con salas privadas para 10 o 15 personas para reuniones o actividades y un barcito en la planta baja a todo meter.

Es un restaurante de tapas por lo que imaginamos que las porciones eran medianas, ideal para que cada persona pueda ordenar más de uno o de que se compartan varios platitos entre todos los de la mesa para probar lo más que se pueda; así que, así hicimos y ordenamos unas croquetas, unos calamares, unas papas bravas, una lengua, una tortilla de patatas, un bacalao y una paella. Ojo, los fuimos ordenando de a poco, porque supimos que son rápidos para llevar los alimentos a la mesa.
Los primeros dos que pedimos llegaron en un zas e iniciamos con las croquetas de bechamel con jamón era un platito con ocho croquetas de buen tamaño con un ramekin de mayonesa; llegaron calentitas y super crujientes, pero con el interior cremoso y lleno de sabor, una delicia que avisaba que la cocina venía con todo.

Después llegó el turno de las rabas romanas, es una receta cántabra de calamares empanizados; en Gozo usan una especie de sticks de carne de calamares, casi de un centímetro de grosor, se ven buenas y saben mejor, crujientes y cocinadas en ese punto en el cual la carne del calamar es suave y se deja comer sin problema y que, combinaba bien con la mayonesa, otro 10.

Después, llegó el turno de la tortilla de Patatas con chorizo, este ítem me daba un poquito de miedo porque por estos lares siempre sale algo reseca; pues este no fue el caso, esta tortilla de Gozo estaba dorada a penas sin exabruptos, la cortabas y estaba jugosa por dentro y las papas suaves, impregnadas del sabor suave del aceite de oliva, todo estaba de muerte lenta.

Llegaron las papas bravas, un plato de papas fritas bañadas en salsa de tomate con mayonesa de acompañante, los trozos de papas eran grandes y estaban doraditos, suaves y esponjosos por dentro, la salsa apenas picante fue una delicia. Estábamos pasando de lo mejor en esta visita a Gozo, el único detalle aquí es que nuevamente fue mayonesa el acompañante y ya en ese momento, hubiera preferido otro aderezo, pero queda de experiencia para la próxima vez que venga, que sin duda será pronto.

Llegó la paella mixta, una porción para dos personas: la sirven directamente en la paella (paella es el nombre de la cacerola en donde se cocina); en Gozo usan arroz Bomba especial para paella que seguro importan directamente de Valencia, el arroz estaba lleno de sabor a caldo de mariscos y todas las proteínas estaban en su punto, extrañé un poco de socarrat en el fondo, pero el arrocito y los marisquitos estaban tan buenos que pronto me olvidé.

Pedimos además un bacalao a la vizcaína y una lengua con hongos, pero para no alargar tanto el chambre (no somos El Faro) pasaré al postre; ordenamos unos buñuelos fritos rellenos de crema flameados, que son tres buñuelos crujientes espolvoreados con azúcar, que el mesero baña de ron encendido en la mesa y el fuego se consume frente a ti, los buñuelos estaban cremosos, pero para mi gusto sobresalía mucho el sabor del ron.
Ordenamos además una Goxua, una copa con crema batida y crema de leche flameada con toque de cítrico, que se derretía en la boca, absolutamente deliciosa, no exagero si les aseguro que estaba triste porque ya no tenía capacidad estomacal para seguir pidiendo otros ítems del menú, la cocina que te llega a la mesa es tan buena que queres seguir comiendo y comiendo sin parar.

El lugar es grande, bien decorado y acogedor, en el menú encontras opciones para todos los gustos, la comida es deliciosa, las porciones son respetables e ideales para compartir; los precios son razonables, el servicio es expedito y los meseros más que amables. Red Fork otorga 7 Tenedores Rojos a Gozo, de aquí en adelante uno de mis favoritos.

Para los que preguntan por los precios:
Croquetas 7.50, Rabas romanas 7.50, tortilla de patatas con chorizo 8, patatas bravas 6.50, paella mixta $30, bacalao a la vizcaína 14, lengua 12, bueñuelos 4.75 y flameados 7, Gouxa 4.