Me fui a probar los nuevos platos del menú de La Esquina de Kurt. Este restaurante, que en 2021 fue galardonado como mejor Restaurante Urbano de Año, parece no dejar de evolucionar y su chef Kurt Nottebohn ha innovado su oferta gastronómica, al parecer acercándolo más a la carta de un restaurante casual, en cualquier caso, quise aprovechar para probar los nuevos sabores de su menú.

Al no más entrar me encontré con Kurt quien me acompañó en la mesa y me comentó sobre sus nuevos platos, dejándome hacer un breve paseo imaginario por los sabores y así, mejor informado, poder elegir algunos de los ítems que llamaron mi atención: un tiradito de atún, un tartare de salmón, una torre de sushi, unas alitas coreanas y unos camarones a la diabla.

Empecé por el Tiradito de atún, una entrada con rebanadas de atún fresco, poblado tatemado, cilantro, ajo frito, julianas de chile poblano y salsa ponzu, ese plato es más que sencillo, con la característica de que todos los ingredientes están a la vista, recogí el primer filetito de atún llevando entre los palillos los demás ingredientes del plato y un pequeño estallido de sabor ocurrió en mi boca; atún suave, ajo delicado, chile apenas presente y el aderezo ponzu amo y señor, absolutamente delicioso. Un plato de esos que no alcanzan porque te lo querés seguir comiendo.

Llegó el turno de la Sushi Tower elaborada con capas de arroz, atún fresco, kanikama, daikon, ovas de tobikko, aguacate, cebollín, salsa de anguila y mayonesa picante, este fue el plato más desprolijo que llegó a la mesa, aun así se veía apetitoso; los sabores frescos del atún y el kanikama, la mayonesa aportaba un tono picante, el aguacate y el rábano (daikon) le daban textura cremosa, crocante y refrescaban el paladar y por allí las ovas de tobikko rojo estallaban dejando mini estelas de sabor, buenísimo.

Pasé al Salmón Tartare que la cocina de Kurt elabora con trozos de salmón fresco, aguacate, salsa ponzu, cracker de arroz con puntos de salsa de ají amarillo, spicy mayo y mousse de wasabi; el tartare viene cubierto por una fritura de hoja de arroz decorada con los puntos de mayo y wasabi, presentación 10, el sabor del ponzu con el aguacate y el salmón es un baile de sabores sutiles pero tan limpios que se pueden disfrutar uno a uno, los anteriores eran un 10, pero por el momento éste era mi favorito.


Llegó el turno de las Alitas Koreana Ganjeon Chikin’, un plato de alitas de pollo bañadas en salsa bbq coreano, cebollín y ajonjolí que sirven en una vaporera con hoja de huerta, las alitas coreanas tienen como característica la doble fritura del empanizado, lo que crea una capa, menos permeable a la salsa y mantiene la condición crujiente. Este fue el caso, las alitas estaban bien cocinadas, jugosas por dentro con la capa crocante de empanizado y con una salsa dulce picante con sésamo balanceada en donde picor y dulzor son suaves y te permiten disfrutar del sabor del pollo.

Por último dejé los Camarones a la Diabla que la cocina sirve con puré de papa y salsa cajún, la cocina sirve 4 camarones jumbo de los más cholos (por lo menos eso me llegó a mí) servidos sobre un puré rústico espectacular, con una salsa espesa con sabores cajún; para mi gusto los camarones estaban un poco pasados de su punto de cocción, pero los sabores estaban otra vez difíciles de superar.
Se nota que la cocina de La Esquina de Kurt nunca se conforma, la dedicación al perfeccionamiento continuado se ve, ya que cada vez que venís percibís una mejora o nuevos platos que desafían a los anteriores, una cultura que muestra un estilo inquieto que, combinado con la calidad del chef, promete seducir tu paladar de manera distinta en cada visita. Red Fork otorga 7 Tenedores Rojos a Kurt y su esquina.

Si te preguntas como llegar puedes hacer clic aquí y google maps te lleva y si quieres saber los precios de los platos: Tiradito de atún 15.5, Suchi tower 16.5, alitas coreanas 12, Tartare de Salmón 15 y Camarones a la Diabla 21.