El Fudtur Around The World nos ha llevado a Corea, Perú, México (Sinaloa), India y Uganda, pero esta vez regresamos a Latinoamérica y aterrizamos en Venezuela y para agilizar los trámites migratorios nos fuimos directo a La Embajada de la Arepa.

Este restaurante está ubicado en la Zona Roza, unos 100 metros antes de llegar al redondel Brasil; desde el carro se ve un lugar como de comida rápida, pero de esto nada, el sitio es pequeño, moderno, colorido y en los parlantes se escucha música venezolana. Llegamos pasadas las 2:00 de la tarde, con hambrita de esas duras y con algo de “C” por lo que ordenamos nuestro tradicional par de Supremas de arranque como lo hemos hecho en todo el tour.
Cuando nuestro mesero mi panita Esaú contestaba atinadamente a todas nuestras preguntas sobre el menú y sus platos, notamos que tenía incluso cierto tono venezolano cuando decía los nombres de los platos, aunque él no aclaró que era salvadoreño, nos pareció un sutil detalle que daba cierta autenticidad a la experiencia. Siendo que se notaba su total conocimiento del menú decidimos seguir sus sugerencias.

Empezamos con los Tequeños, son 5 barritas de queso enrolladas en una fina capa de maza de trigo y después fritas en profundo, acompañadas con una especie de salsa tártara; llegaron calientes y doraditas, la textura de la costra era crujiente y el queso por dentro muy parecido al duro blando, pero un poco menos salado y más lleno de aire de lo normal, la verdad, una deliciosa sorpresa para empezar.

Pasamos al pabellón criollo, talvez el más emblemático de la gastronomía venezolana, un plato con carne deshilada, plátanos fritos, arroz blanco y frijoles negros (caraotas negras les llaman en Venezuela), la carne suave y jugosa con un sabor a comino, el arroz blanco sueltecito, los frijoles suaves y los plátanos dulcitos, todo en su punto en el plato, íbamos bien y decidimos pasar a las arepas.

Empezamos por la que considero, es la más conocida de todas las arepas venezolanas, una que tiene nombre propio: La Reina Pepiada bautizada así en honor a Susana Duijm, la primera venezolana en alzarse con un título mundial de belleza en la decada de los 50s, a quien los venezolanos llamaban Reina Pepiada por su coquetería y belleza, así en su honor, crearon esta arepa tradicionalmente rellena con pollo, mayonesa y aguacate.

La versión de La Embajada de la arepa estaba rellena de pollo deshilado con mayonesa, aguacate y una porción generosa de quesillo; ojo, esta arepa está cholotona, bien rellena es una arepa a la plancha (la arepa es una tortilla de harina de maíz no nixtamalizado), con sus tres capas de ingredientes, la presentación mas que agradable y la textura del pollo cremoso y lleno de sabor, perfecto en cada bocado.

Pasamos a la otra arepa, sugerencia de nuestro mesero Agüita de Sapo; esta no la
conocía así que confieso que estaba algo entusiasmado y expectante por el nombre tan raro y llegó a la mesa un plato con dos arepas fritas, cada una emparedando un trozo grueso de queso frito (el menú dice queso zuliano) y trozos de lomo de cerdo horneado, acompañado con un tarrito que trae un caldo de cerdo (agüita de sapo) con el que se bañan las arepas, se hacía agua la boca cuando nuestro pana bañaba las arepas, el aspecto era inmejorable y los sabores allí estaban, pero mentiría si no les digo que estaba un poco pasadita de sal. Ojalá esto sea un desliz del día porque pienso que todos los que vienen aquí deberían de ordenar este plato.
El último plato del almuerzo fueron los Chicharrones enredados, un platazo! Consta un poco de chicharrones de panza de cerdo con su respectivo gordito y su piel crujiente con cebolla roja, acompañado por 4 mitades de arepa frita rellenas de quesillo; llegaron calientes y el queso, derretido adentro hacía hilos que se suspendían en el aire entre tu boca y la arepa, buen cierre.

Nuestro mesero fue una verdadera sorpresa, pese a estar solo (lo que no debe ser), Esaú se rebuscaba por ofrecer un servicio expedito, que complementó con su simpatía y conocimiento del menú, la presentación de los platos sencillas pero muy bonitas, las porciones generosas y los sabores bien puestos (ojo con la sal). Red Fork otorga 5 Tenedores Rojos a La Embajada de la Arepa a la que volveremos seguro y pronto.

Para los que preguntan la ubicación (hagan click aquí y el wase del celular los lleva) y los precios: tequeños 6, reina pepiada 8.5, aguita de sapo 8, chicharrones enredados 8.5, y pabellón criolla 6 (plato del día)