Después de visitar muchas cocinas del mundo, el Fudtur nos llevó a La Casa del Cazador, un restaurante de cocina rústica alemana que opera en la colonia Campestre frente a un hotel boutique llamado Sal y Luz.

El sitio es el restaurante más navideño de El Salvador (si te gusta la navidad, este sitio debe estar en tu lista para visitar en fin de año, y mejor de noche por las luces) y eso se nota, ya que han empezado a poner los adornos navideños en el interior, el sitio estaba solo y elegimos una mesa con ventana, empezamos a hojear el menú, y pedimos nuestra tradicional Cerveza Suprema para ir aplacando el calorcito del mediodía. Para comer optamos por un par de sopas como entrada y tres platos de fondo.
Empecé por la Sopa de Maultaschen (1/2 porción) un caldo de res con hierbas cuyos protagonistas son una especie de ravioles alemanes (maultaschen) rellenos de carne de res y tocino, la pasta estaba suave y la carnita del relleno sabrosa, los maultaschen eran de buen tamaño y cada media porción tenía dos bolsitas.

Después pasé a la media sopa de gulash (esto es más bien húngaro pero no me pude resistir), es un guiso de res en trocitos, con papas y zanahorias que se cocina por varias horas en un caldo muy especiado con bastante paprika húngara picante, la verdad nos impresionó este plato de sabor potente y con su carnita suave, un 10 indiscutible.

Después pasé al mixto de salchichas, un plato impresionante con sauerkraut (curtido alemán elaborado con repollo), papas a la cacerola, ensalada y 6 especímenes alemanes: salchicha Viena, salchicha blanca, longaniza, Nürenberger, Thüringer y Bábara, un verdadero concierto de sabores lo que pone la Casa del Cazador en este plato. 10, mejor 11.

Después fue el turno de la pasta con queso, la Casa del Cazador sirve una porción generosa de Spaetzle con salsa de queso, julianas de cebolla doradas y ensalada fresca, (el spaetzle es una pasta de trigo, huevo y leche que tiene una particular forma de gusanitos muy consumida en Alemania 🇩🇪) la pasta estaba en su punto y la salsa de queso era una obra de arte, buenísimos los sabores.

Lo último del menú fue el codillo de cerdo deshuesado, servido también con papas y ensalada fresca; esta pieza rosada, ahumada y con la piel crujiente, estaba jugosa, suave y llena de sabor, un hallazgo absoluto que queremos repetir sí o sí.

Aunque estábamos juls (full pero en bayunco) ya no podíamos ver más comida, pero en un santiamén nuestro corazón de gordo se atravesó y preguntó a nuestra mesera por los postres e irremediablemente pedimos uno, un hermoso Strudel relleno de manzanas, pasas negras y rubias y rebanadas de almendras, canela, bañado en salsa de vainilla con sorbete de vainilla; ni que decir del postre, el relleno suave y con los tropezones de las pasas y lo crujiente de las almendras, un 10 de cierre.

Tal vez haya que ampliar o variedad de los acompañantes en los platos pero los sabores de la cocina son potentes y las porciones contundentes, nos vamos contentos de la visita y otórganos 6 Tendores Rojos a La Casa del Cazador. Queremos regresar pero YA.

Para los que preguntan por la ubicación (click aquí) y los precios: 1/2 sopa gulash 4, 1/2 sopa maultaschen 4, mixto de salchichas 18, codillo deshuesado 15 y pasta con queso 16