Nos venimos a una cena maridaje con carne de waygū americana a La Barrica, la que fue conducida por Guayo Kouri de Intoku y por la somelier Claudia Hernández, en donde la sazón estaría a cargo de la cocina del Chef Carlos Palomo y su equipo, combinación imperdible, buenos vinos, carne de primera y un gran chef. Una ecuación más o menos así:
🍷 + 🍖 + 🧑🍳 = ¡Vamos!

Wagyū se traduce como res 🐄 japonesa y a mediados del siglo pasado, unos especímenes fueron llevados a los Estados Unidos en donde ahora producen carne 🥩 de primera, la que seríamos privilegiados en probar. Las mesas eran colectivas y quedamos con un grupo de grandes amigos, así que las cosas pintaban perfecto para una buena plática, comida de primera, buen vino y aprender un poco, que siempre queda perfecto.
Guayo Kouri nos explicó la filósofia de Intoko, que distribuye wagyū americano, reses aproximadamente de 10 años, criadas en condiciones que potencian el sabor de la carne al máximo, para finalizar el proceso con un madurado en humedo de 30 días, dicho esto nos sirvieron de inmediato una fajita de entraña, para que pudiéramos comprobar lo acentuado de su aroma y el intenso sabor umami de la carne que producen. Además, pudimos ver los empaques en los que se venden estos cortes de carne tan exclusivos que parecen las cajas de productos de diseñador.

El Wagyū Americano lo importa DIACO y lo tendrá a disposición La Barrica.

Después de su presentación iniciamos con el curso de tres tiempos: como entrada una remolacha rellena de queso de cabra sobre cama de arúgula, vinagreta cítrica maridada con Sun Godness, un pinot grigio DOC, la capas de remolacha dulces y el ácido del queso combinaban perfecto en el paladar y el vino era un compañero ideal para refrescar el paladar.
El plato fuerte una pattie robusta de unos 3.5 centímetros de grosor de wagyū americano dorado por fuera perfecto y rosado por el centro, la carne sin duda con un sabor intenso que emociona y contrastaba con el cremoso puré de alubias y zanahoria, los espárragos grillados le daban la textura crocante y el toque fresco al plato que nuestra somelier maridó con un CS Cabernet Sauvignon, un vino americano de sabor intenso que servía como gran acompañante.
El postre fue una hermosa Pera al Vino descansando en una salsa de queso azul, manchado con líneas de coulis de guayaba y maridado por un cava Codorniu Brut; el aspecto apetitoso del plato hacía que el hambre se renovara, la pera 🍐 jugosa y en su punto, pero el contraste que hacía con la salsa de queso azul era espectacular, el cava como compañero un espumante frío y seco quedaba perfecto.
La comida fue deliciosa como siempre que venimos a La Barrica; Calolo es un gran cocinero y se nota, la plática de Intoku fue muy interesante, Claudia Hernández la somelier fue genial y la carnita de wagyū deliciosa, así que anímense a comprar algunos cortes de este tesoro de la gastronomía que ahora está disponible en el país