Te quiero Panga

Siempre que visito a mis madres, circulo por la autopista sur (bulevar de Los Próceres) y de pronto comenzamos a ver que habían puesto un lugar nuevo llamado Panga (por el nombre entendimos que especializado en mariscos), aunque originalmente no nos apuntamos a venir, todo cambió después de encontrar la foto de un cóctel de camarones con mandarinas en el Instagram y decidimos poner la brújula de nuestra panga rumbo a este sitio.

Panga es el nombre que reciben esas pequeñas lanchas de motor de suelo plano que abundan en las costas salvadoreñas y que son comúnmente utilizadas para la pesca artesanal.

Llegamos tempranito y el lugar aún estaba solo, nos recibió Giovanni nuestro mesero, que después de dejarnos en una mesa con el menú, nos explicó pacientemente todos los ítems del menú que consultamos y nos ofreció las especialidades de la casa, hicimos caso con algunas cosas y ordenamos: la mariscada y el bol de cítricos que nos recomendó, pedimos además en sándwich de mariscos y una sopa de elote con camarones y como la cabra tira al monte, agregué un enredo de emergencia con una Suprema para matar la “C”.

Los enredos llegaron de inmediato, dos mitades de tortillas rellenas con mix de queso acompañadas con chimichurri y terminadas con queso rallado, los enredos cocinados en frito profundo llegaron calientitos y dorados a la mesa, bien rellenos de queso derretido y con una textura crujiente que, hicieron de este sencillo platillo de arranque, una señal de la calidad a esperar.

Después pase al cóctel, primero los Camarones en salsa rosada, una porción generosa de camarones de buen tamaño con cebolla, cilantro, tomate y salsa rosada, el bocado se sentía fresco, pero con un leve dulzor, diferente, pero agradable que llamó mi atención; después de consultar, Giovanni nos comentó que la cocina pone un toque cítrico en la salsa rosada como sello de la casa, éste resultó buenísimo.

Llegó el turno de la Mariscada un bol cholo con mariscada en crema con camarones, arañitas de calamar, mejillones, almejas, jaibas; el sabor profundo pero suave de los mariscos fue lo primero que me sorprendió, la sopa tiene mariscos enteros y molidos de tal forma que cada cucharada está llena de sabor a mar, totalmente repetible.

La Crema de maíz 🌽 con camarones salteados fue la segunda sopa que ordenamos, ésta les había quedado muy espesa y me generó mis dudas, pero esas terminaron cuando la cuchara llegó a la boca, la textura era ligera y el sabor dominante del elote bailaba con los camarones salteados que habían quedado crujientes, en su perfecto punto de cocción.

Pasé al Bol Cítrico: camarones, vinagreta, cebolla morada, cilantro, semilla de marañón, coco rallado tostado y supremas de mandarina; el plato era hermoso y colorido por los gajitos de mandarina que dominan el escenario, los camarones en su punto y la acidez de la vinagreta combinaba muy bien con los camarones y la mandarina, con estos tropezones de sabor bien pensados que aportan la semilla de marañón y el coco, buen plato para aquellos que disfrutan de los sabores dulces y la comida saludable.

Por último, llegaron los emparedados, empecé por el Sándwich de Mariscos relleno con mix de mariscos (calamar, camarón y surimi) y queso mozzarella derretido, acompañado con papas fritas; el pan elaborado especialmente para ellos es suave, llega dorado y tostado con mantequilla en la plancha, crujiente, suave y relleno hasta rebalsar de queso y mariscos, un gran descubrimiento.

Al final, no pudimos con todo y nos pusieron para llevar lo que quedó del cóctel y el bol cítrico, los que disfrutamos por la noche en casa. El servicio de Panga y Giovanni fue excelente y las porciones de un tamaño más que respetable, los mariscos de primera y los precios razonables, nos levantamos haciendo planes de volver, lo que seguro haremos pronto.

Red Fork otorga 6 Tenedores Rojos a la cocina urbana de Panga en esta visita.

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