Por fin llegamos a las puertas de Brutto, después de más de un año de su apertura y de escuchar mucho sobre ellos, decidimos que era momento de acudir; llegamos al mediodía en día de semana, el lugar está en la cuarta planta de Bambú City Center, podés entrar desde la calle, en donde tienen un elevador dedicado o desde la terraza de la tercera planta, en donde también hay un elevador exclusivo para Brutto, lo que denota que llegas a un lugar de primera.
El sitio es imponente y accedes a el por elevadores exclusivos, en la sala principal tienen un mural amarillo, verde y blanco hecho con cerámica pintada a mano en Hungría, los pisos son italianos, las lámparas españolas, las mesas de diseñador; es decir, nada en su restaurante es genérico, a manera, de dar a sus clientes una experiencia única, el ambiente, la música y la excelencia del servicio completan la experiencia.
La anfitriona nos llevó a la mesa y nuestro mesero respondió a todas las preguntas que teníamos de los platos que llamaron nuestra atención, el detalle de sus respuestas motivaba repreguntas a las que a su vez, volvía a responder; un 10 para el conocimiento del menú de nuestro mesero, de quien lamento haber olvidado el nombre, porque él era solo el principio de un servicio de 10 de todos ese día.
Empezamos a conversar con los amigos, cuchicheando un poco del lugar y las expectativas que teníamos de la comida cuando nos dejaron una tablita con un cubo de mantequilla y pancitos de bollo calientes y sellados con fierro, así como un pequeño aviso de la cocina, detallazo ideal para esperar los platos que estaban a punto de llegar.
Los Tuna Taco, una entrada con cinco mini tacos de tortilla de harina crujiente, bien llenos de trozos de atún con mayonesa; lo primero de este plato es la nitidez del sabor, el atún domina la escena y se deja acompañar por la mayonesa, la tortilla crujiente aporta textura lo que redondea la experiencia.
Después, llegó el Angus Sliders, una tabla con tres Burger pequeñas de carne de angus (res americana de raza angus) con queso gruyere y brotes de berro, éstas me sorprendieron porque tenían un aspecto bastante sencillo pero cada bocado estaba absolutamente lleno de un sabor intenso a res que llenaba la boca y, que se potenciaba con el sabor del queso suizo, esto es de repetirlo mil veces.
Los Dumplins de Ossobucco (elegido mejor plato de entrada del país en la Gala de la Gastronomía 2023) no podían faltar en nuestra mesa, es un plato largo con 5 dumplis fritos rellenos de carne de osobuco cocinada low and slow, queso de cabra y calabaza coronado con un huevo de codorniz estrellado, se ve delicado y cada pieza es hermosa en el plato, son pequeños y se pueden comer de un bocado, la carne adentro se derrite en la boca, el sabor del queso complementa y la yema líquida de los Sunny Side de codorniz le dan untuosidad al bocado, todo simplemente perfecto.
Llegó el turno del Pulpo a la Gallega, este plato fue sin duda el más hermoso que recibimos, una rebanada de milhojas de papas, frito hasta dorar por un lado coronado con trozos de pulpo con pimentón de la Vera, acompañado de espuma de papa; el pulpo estaba suave y el sazón en su punto, las papas en capas estaban crujiente, con un toque de mantequilla perfecto y la espuma de papa ligera, absolutamente delicioso todo.
Después pasé al risotto trio de hongos, el que sirven en una sartencita y destapan en la mesa, un risotto bien sazonado con el umami y dulce de los hongos, que entra a tu organismo desde el aroma, el punto de cocción era el correcto y la textura cremosa en boca ideal; la cereza del pastel eran las hojuelas grandes de parmesano reggiano y polvo de hongos, que reforzaban el sabor de cada bocado.
Paramos aquí porque no podemos alargarnos mucho, pero además pedimos y con éxito un cochinillo con la piel crujiente que estaba delicioso, unas short ribs de res low and slow que se derretían en la boca y un pastel de queso; las descripciones de estos las dejaremos para otra reseña, por ahora hemos escrito suficiente.
El servicio fue verdaderamente maravilloso, los platos de primer nivel y el lugar inmejorable; sin duda, sus precios no son populares pero visitarlos se justifica totalmente, sus ingredientes son lo mejor de lo mejor, sus emplatados hermosos y los sabores más que bien desarrollados. Red Fork otorga 7 tenedores rojos a Brutto en esta visita.
Para los que preguntan por los precios, aquí les dejamos el tiquete.
El lugar es hermoso, la atención de lujo y la comida también, en mi caso no consumo mayonesa ni huevo, pedí un sushi y pedí que me quitaran la mayonesa y regresaron a mi mesa a decir que no se la podían quitar, “que solo era una gota” lo que le ponían, entiendo que a veces cambiar algo de lo que dice en el menú puede alterar el plato, pero prefiero que me digan que podría pasar si se le quita ese ingrediente a que me “obliguen” a ponerle “una gota de mayonesa”